martes, 22 de mayo de 2012

Sobre el confesar los pecados a un sacerdote

Los católicos se basan en Juan 20, para asegurar que debemos confesar nuestros pecados a los sacerdotes.

20:19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.
20:20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. 
20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
20:22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo
20:23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.

Esto me plantea varias preguntas que hacerle a los católicos:

- ¿Si recibes el Espíritu Santo, por tanto, tienes autoridad para perdonar pecados?
- ¿Cómo un sacerdote puede juzgar a una persona sin conocerla?
- ¿Cómo puede un sacerdote, que es un hombre, conocer el corazón de otro hombre?
- ¿Cómo miden la gravedad del pecado, el sentimiento de culpabilidad y el nivel de arrepentimiento (y si éste es genuino)? 
- ¿Cómo puede un cura saber cual es la penitencia pertinente para satisfacer a Dios?
- ¿Hay algún pecado que no pueda ser perdonado por un sacerdote?
- ¿Si Cristo ya pagó por nuestros pecados... cómo es que debemos pagar una penitencia? ¿Es que Dios ha cambiado de opinión y cree que el sacrificio de su Hijo no fue suficiente?
- ¿Cómo deciden que penitencia poner al confesor para que Dios perdone sus pecados?
- ¿Por qué no aparece en la Biblia nadie que le confiese a otros sus pecados para que se los perdone, y en cambio sí que aparecen confesándose directamente con Dios? (Daniel 9:3-19, Nehemías 1:4-11, Salmos 32:5, 1 Juan 1:5-9)

¿La confesión de pecados a un sacerdote es necesaria?

Como he comentado, basan la práctica con su interpretación de Juan 20:23A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos”, pero en ese pasaje no se muestra que los pecados deban confesarse ni que esa autoridad sea hereditaria. 

Para empezar tenemos que identificar, a la luz de la palabra, quiénes son los sacerdotes. El Nuevo Testamento nos muestra que todos los creyentes son sacerdotes en los siguientes pasajes:
- 1 Pedro 2:5-9 
- Apocalipsis 1:6 
- Apocalipsis 5:10

En estos pasajes vemos como los creyentes son descritos como “real sacerdocio”, “nación santa” y “reyes y sacerdotes” 
En el Antiguo Pacto si vemos a los sacerdotes con un papel similar a lo que hoy se les quiere dar a los sacerdotes católicos. Eran “intermediarios” entre los fieles y Dios a la hora, por ejemplo, de ofrecer sacrificios a Dios en nombre del pueblo, pero ni aún en el antiguo pacto se tenían que confesar con ellos, ya que es Dios quién perdona los pecados, como vimos en los otros pasajes que te ofrecí. (Daniel 9:3-19, Nehemías 1:4-11, Salmos 32:5, 1 Juan 1:5-9)
 (Eso no quita que nosotros, a nivel personal, debamos perdonar) 

Con el Nuevo Pacto ya no es necesario que los sacerdotes ofrezcan sacrificios por el pueblo, porque por la gracia y el sacrificio de Cristo, como vemos en Hebreos 4:16, todos nos podemos acercar a Dios, como Padre nuestro que es, confiadamente. Se rompió el velo y ahora podemos acercarnos a Dios directamente, sin ningún mediador salvo Jesús.
Hebreos 4:14-15 y Hebreos 10:21 nos muestra a Jesús como  Sumo Sacerdote  y es el único mediador entre Dios y nosotros. 
Entonces, ¿debe haber sacerdotes como los católicos? ¿Qué dice el Nuevo Testamento? 
Nos enseña que debe haber ancianos (1 Timoteo 3), diáconos (1 Timoteo 3), obispos (Tito 1:6-9), y pastores (Efesios 4:11) Los sacerdotes son los fieles.  (1 Pedro 2:5-9, Apocalipsis 1:6, Apocalipsis 5:10)

1 Juan 1:9 (algunos afirman que este pasaje también apoya su postura) muestra que debemos confesar nuestros pecados a Dios, no a ningún hombre. En Santiago 5:16 si se habla de confesar nuestras transgresiones “unos a otros” pero esto es diferente a confesar los pecados a un sacerdote tal y como la iglesia católica lo defiende, ya que no se menciona a los sacerdotes ni “líderes” ni se vincula el perdón de los pecados a esta confesión.

La Biblia no enseña que los pecados deban ser confesados a un sacerdote ni que éste tenga poder para conocer el corazón de una persona y perdonar sus pecados. Es a Dios a quién debemos confesárselos, como vimos en 1 Juan 1:9. 
El único mediador entre Dios y el hombre es Cristo. 

1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre

Bendiciones