martes, 27 de marzo de 2012

Sobre la fornicación y su significado en la Biblia

Para comprender el verdadero significado de la Palabra no podemos ceñirnos a nuestro vocabulario actual, ya que el significado de las palabras evoluciona con el tiempo. Debemos irnos a la palabra original y comprobar su significado, así como estudiar su procedencia, para qué se utilizaba etc. Es importante saber el uso que se le daba a la palabra en su tiempo, no darle su definición etimológica y actual.
Fornicación 26 veces aparece en el Nuevo Testamento refiriéndose a idolatría, inmoralidad sexual, lujuria, prostitución, inmundicia, vida disoluta...
En lo referente a fornicar, el significado actual de la palabra está bastante claro: “Tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio” muchas veces también lo utilizamos para referirnos a las relaciones prematrimoniales, sin embargo, la palabra original que se utiliza en el evangelio es Pornéia, cuyo significado analizaremos posteriormente.
Cabe señalar que ni siquiera la palabra actual “fornicar” significaba lo que hoy significa, ya que  proviene del latín "fornicari", tener trato sexual con prostitutas, que deriva de “fornix”, que eran unas zonas abovedadas donde se asentaban las prostitutas romanas, lo que hoy denominaríamos burdel, prostíbulo, etc.
Respecto a la palabra fornicación que se utiliza en la Biblia, en el original, pornéia:
(heb. 5enûnîm, 5enût [del verbo zânâh]; gr. pornéia [tal vez derivado del verbo clásico pérnmi, "vender"] ). Los términos originales indican toda clase de relaciones sexuales “ilegales”. Incluye la fornicación, que era parte de los ritos religiosos de los cultos cananeos y en los que a veces los israelitas se mezclaban.
Incluye:                                                    
-          Relaciones inmorales: el adulterio, la fornicación, la homosexualidad, el lesbianismo, las relaciones sexuales con animales, etc.
-          Relaciones sexuales con parientes cercanos; Lev. 18
-          Relaciones sexuales con un hombre divorciado o una mujer; Mc. 10:11,
-          Corromperse, adorar ídolos, etc.

Fornicación, Fornicar, Fornicario. Su uso como nombre y como verbo.
A. Nombres:
1. Pornéia
Se usa de una relación sexual ilícita en Jn8:41; Hch15:20, 29; 21:25; 1 Co5:1; 6:13. 18; 2 Co12:21; Ga5:19; Ef5:3; Col 3:5; 1 Ts4:3; Ap2:21; 9:21; en plural en 1 Co7:2; en Mt5:32 y 19:9
Se usa denotando o incluyendo adulterio; se distingue de ello en 15:19 y Mr7:21; 
Metafóricamente, de la asociación de la idolatría pagana o asociando el paganismo con doctrinas de la fe cristiana, Ap 14:8; 17:2, 4; 18:3; 19:2; algunos sugieren que este es el sentido en 2:21.
2. Pornos
Denota a un hombre que se entrega a la fornicación, un fornicario, 1 Co5:9, 10, 11; 6:9; Ef5:5; 1 Tit:10; He12:16; 13:4; Ap21:8; 22:15.
 
Nota: El verbo porneuô, fornicar, se traduce "cometer fornicación" en Ap2:14.
- Porneu, cometer fornicación
Se usa literalmente, 1 Co6:18; 10:5; Ap2:14, 20, (ver 1 y 2 en A); y metafóricamente, Ap17:2; 18:3, 9.
- Ekporneu, una forma intensificada del PORNEU  (usado intensivamente), entregarse a la fornicación, implicando una indulgencia excesiva, Jud7.

Veamos algunos ejemplos:
“Di, pues, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones?  Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy; ¿y he de responderos yo, casa de Israel? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no os responderé”. Ezequiel 20, 30-31.
Está claro que se refiere al sentido de entregarse a religiones falsas, adoración de ídolos, etc.
“Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.”  Efesios 5, 5.
No dice “fornicario, inmundo, avaro e idólatra” sino que expresa que los fornicarios, inmundos y avaros son idólatras. Evidentemente si idolatras el sexo, el dinero o cualquier cosa estás pecando.
¿De dónde sale tanta confusión de términos? Cómo suelen decir muchos católicos… ¿La Iglesia no tiene suficientes eruditos como para llegar a esta verdad?
Mirad este testimonio (muy interesante) de un ex sacerdote que se salió de la Iglesia Católica al descubrir la hipocresía de la misma:
El libro de Tratados y Cánones de Prisciliano, en lo que se refiere a la palabra Fornicación, nos dice así:
”Nicolaítas...... En cuanto a la fornicación de que habla San Pablo, no es absolutamente cierto que haya que tomar la palabra en sentido propio. En el lenguaje del Antiguo Testamento, la palabra designaba frecuentemente todo acto de idolatría, violación de fe profesada por la nación de Israel a Yahvé, su Esposo.
El Apocalipsis conoce el mismo lenguaje para deshonrar los crímenes de la gran prostituta. Y abajo estas imágenes se oculta la idea de Roma imponiendo a todo el universo la adoración de la “potencia divina” del emperador y del Imperio”. [Tratados y Cánones de Prisciliano, Editorial Nacional (p.153-154).
Prisciliano fue obispo en España en el siglo IV, y por declarar estas cosas y otras contra el imperio eclesiástico de Roma fue perseguido y condenado a muerte. Murió degollado en Tréveris, junto a algunos de sus compañeros. Otros seguidores suyos fueron salvajemente torturados.
Antiguamente, la palabra griega "pornéia" (traducida por fornicación) era entendida como cultos sexuales paganos que incluían la prostitución con los ídolos, y también era entendida como ser infiel a la palabra del Dios Verdadero y adorar a otros ídolos (infidelidad o adulterio). Estas prácticas se entendían también como idolatría o usos sexuales consagrados a los dioses falsos del paganismo.
Nunca fue usada esta palabra para referirse al amor o al acto sexual entre personas de buena voluntad que consentían en ello libremente, pues en los primeros siglos las parejas no se unían por mutuo consentimiento, ya que no había matrimonio eclesiástico. El matrimonio eclesiástico se inventó y se impuso por muchos obispos católicos de Roma, a partir del siglo VIII. Y es desde entonces cuando muchos empezaron a perseguir los actos sexuales fuera del matrimonio eclesiástico.
El acto sexual, como el comer o el beber son actos naturales mandados practicar por Dios, y en ningún caso se les puede ver como sucio. Por eso las palabras Adulterio, Fornicación, ni antes de Jesucristo, ni entre los primeros cristianos, indicaban que el acto sexual fuera malo. “No es bueno que el hombre esté solo” (Génesis 2, 18). “Procread y multiplicaos, poblad la tierra” (Génesis 1, 28).
La codicia era la raíz de todos los males, y también la raíz del adulterio y la fornicación. Por eso, el significado verdadero de estas palabras no les venía bien a los poderosos de Roma, que tenían tantos bienes y esclavos. Los emperadores de Roma y muchos poderosos necesitaban obispos judaizantes que, haciéndose pasar por cristianos, justificaran su vida llena de codicia.
Desde el siglo IV, estos obispos judaizantes, unidos a los emperadores de Roma, usurparon el puesto del cristianismo verdadero, y, combatiendo la verdadera doctrina del Evangelio, impusieron al mundo un falso cristianismo basado en la ley del Talión y en las leyes judaizantes. Y también, a partir de este siglo, comenzaron a cambiar el significado de ciertas palabras, entre ellas fornicación y adulterio.
El adulterio, que tenía su raíz en la codicia, pasó a ser exclusivamente sinónimo de tener relaciones sexuales con alguien que no era su cónyuge. Y la palabra fornicación pasó a ser sinónimo de cualquier acto sexual. Y a partir del siglo VIII, cuando comenzaron a inventarse y a imponerse los matrimonios eclesiásticos, pasó a ser esta palabra el acto sexual fuera del matrimonio. También fornicación pasaba a ser el acto sexual dentro del matrimonio, si este acto se hacía con placer y no para procrear.
Fornicación también pasó a ser sinónimo de masturbación y cualquier acto o postura sexual que no estuviera codificado y aceptado por la doctrina del gobierno eclesiástico. Todas estas leyes impuestas contra los actos sexuales de todo tipo pasaron a ser una obsesión insoportable para los creyentes, y consiguieron que los verdaderos significados de adulterio y fornicación, como eran la codicia, la adoración a las riquezas, la esclavitud y la tiranía..., pasaran desapercibidos y nadie imputara como pecado estas injusticias.
Entendiendo bien el significado verdadero de estas dos palabras (adulterio y fornicación), no hay nada en El Evangelio que condene los actos sexuales siempre que sean de manera ordenada.
En 1 Cor 6,18 leemos: «Huid de la fornicación». Cualquier pecado cometido por el hombre está fuera del cuerpo, pero quien fornica peca contra su propio cuerpo»
¿A qué se refiere aquí con fornicación? ¿Sólo al acto sexual? Existen otros pecado que atentan contra el propio cuerpo, como la glotonería, las drogas, el alcoholismo… Así que porneía tiene que tener un sentido más genérico, como la idolatría hacia cualquier cosa.
En Ef 5,3 y Col 3,5 son interpretados a la luz del uso que se hace en Qumran. ¿Qué significado se daba a «zenuth-porneia»? La palabra «Zenuth» añade varios significados: poligamia, segundas nupcias, adulterio, incesto, prostitución... En definitiva, el significado es tener relaciones sexuales ilegales o prohibidas por la Torah.
No se habla de las relaciones prematrimoniales ni de las relaciones sexuales entre solteros. Que no se hable de éstas no quiere decir que se prueben, si bien es cierto que por la prohibición de exceso no se debe deducir la prohibición del hecho. Es decir, por la glotonería peco, porque acabo idolatrando la comida, pero no peco por comer. De igual manera si idolatramos el sexo, o tenemos relaciones sexuales desordenadas movidas por la lujuria peco, pero no por tener relaciones con mi pareja con la que tengo un compromiso peco.
A parte del sentido espiritual y del significado de las palabras tenemos que tener en cuenta también el contexto histórico, por ejemplo, en Corintio estaba el templo a Diana en el cual había cerca de 1,000 prostitutas, siendo parte del culto a esta Diosa, el que se tuviera relaciones entre los adoradores....
Así mismo tenemos que tener en cuenta la cultura y sociedad de la época en lo referente a las relaciones de pareja.
El noviazgo es algo muy reciente. Antiguamente los matrimonios eran negociados por las familias, aunque esto no siempre significara que no hubiese consentimiento entre ambas partes o falta de amor, como en el caso de Jacob y Raquel, pero por normal general, las relaciones románticas como hoy las conocemos eran prácticamente inexistentes. Recordemos  de nuevo la historia de Jacob y Raquel, a pesar del amor que se profesaban, Jacob tuvo que “pagar” y “negociar” con el padre de ella para poder tomarla como esposa. Este tipo de matrimonios concertados siguen vigentes en varias partes del mundo hoy día.
El noviazgo como tal empezó a surgir alrededor de 1920, en Estados Unidos y algunas zonas de Europa, aunque en sus comienzos la práctica era muy diferente de la actual.
A principios de 1900  se realizaban “visitas”, el hombre visitaba la casa de la mujer y se entrevistaba con los padres de ella,  si los padres lo aprobaban se lo comunicaban a su hija y si ella aceptaba entonces se conocían personalmente, pero siempre bajo supervisión de los padres. La mujer podía recibir visitas de varios visitantes, hasta que sólo se citaba con uno, y entonces esa relación pasaba a ser algo más formal.
Al final de los años 20 y principios de los 30 está situación cambió por influencia de la llegada de los automóviles, y ya los hombres eran los que recogían a las mujeres para ir al cine, a pasear, etc.  En estas situaciones, ya sin supervisión continua, las relaciones románticas pasaron a tener más libertad, aunque los padres seguían sabiendo, cómo, cuándo y dónde estaban sus hijos en cualquier momento.
Entre 1960 y 1970 este tipo de citas volvió a evolucionar, dando paso a las relaciones informales, la cohabitación, la gente empezó a casarse más tarde, etc.
Es por todo ello que las relaciones prematrimoniales no están contempladas en la Biblia, ya que no existían como tal, solían ser acuerdos entre padres. No existían relaciones duraderas ni comprometidas fuera del matrimonio.  
Por  eso mismo no podemos declarar que Dios rechaza las relaciones prematrimoniales, siempre que estén dentro de un orden y no incumplan ningún otro mandamiento.

2 comentarios:

  1. Estuve revisando el escrito acerca de la fornicación, pero no tengo idea de lo que fornicación o sexo fuera del matrimonio en orden.

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  2. No entiendo su comentario, su pudiera reformularlo...

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