martes, 22 de mayo de 2012

Sobre el confesar los pecados a un sacerdote

Los católicos se basan en Juan 20, para asegurar que debemos confesar nuestros pecados a los sacerdotes.

20:19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.
20:20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. 
20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
20:22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo
20:23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.

Esto me plantea varias preguntas que hacerle a los católicos:

- ¿Si recibes el Espíritu Santo, por tanto, tienes autoridad para perdonar pecados?
- ¿Cómo un sacerdote puede juzgar a una persona sin conocerla?
- ¿Cómo puede un sacerdote, que es un hombre, conocer el corazón de otro hombre?
- ¿Cómo miden la gravedad del pecado, el sentimiento de culpabilidad y el nivel de arrepentimiento (y si éste es genuino)? 
- ¿Cómo puede un cura saber cual es la penitencia pertinente para satisfacer a Dios?
- ¿Hay algún pecado que no pueda ser perdonado por un sacerdote?
- ¿Si Cristo ya pagó por nuestros pecados... cómo es que debemos pagar una penitencia? ¿Es que Dios ha cambiado de opinión y cree que el sacrificio de su Hijo no fue suficiente?
- ¿Cómo deciden que penitencia poner al confesor para que Dios perdone sus pecados?
- ¿Por qué no aparece en la Biblia nadie que le confiese a otros sus pecados para que se los perdone, y en cambio sí que aparecen confesándose directamente con Dios? (Daniel 9:3-19, Nehemías 1:4-11, Salmos 32:5, 1 Juan 1:5-9)

¿La confesión de pecados a un sacerdote es necesaria?

Como he comentado, basan la práctica con su interpretación de Juan 20:23A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos”, pero en ese pasaje no se muestra que los pecados deban confesarse ni que esa autoridad sea hereditaria. 

Para empezar tenemos que identificar, a la luz de la palabra, quiénes son los sacerdotes. El Nuevo Testamento nos muestra que todos los creyentes son sacerdotes en los siguientes pasajes:
- 1 Pedro 2:5-9 
- Apocalipsis 1:6 
- Apocalipsis 5:10

En estos pasajes vemos como los creyentes son descritos como “real sacerdocio”, “nación santa” y “reyes y sacerdotes” 
En el Antiguo Pacto si vemos a los sacerdotes con un papel similar a lo que hoy se les quiere dar a los sacerdotes católicos. Eran “intermediarios” entre los fieles y Dios a la hora, por ejemplo, de ofrecer sacrificios a Dios en nombre del pueblo, pero ni aún en el antiguo pacto se tenían que confesar con ellos, ya que es Dios quién perdona los pecados, como vimos en los otros pasajes que te ofrecí. (Daniel 9:3-19, Nehemías 1:4-11, Salmos 32:5, 1 Juan 1:5-9)
 (Eso no quita que nosotros, a nivel personal, debamos perdonar) 

Con el Nuevo Pacto ya no es necesario que los sacerdotes ofrezcan sacrificios por el pueblo, porque por la gracia y el sacrificio de Cristo, como vemos en Hebreos 4:16, todos nos podemos acercar a Dios, como Padre nuestro que es, confiadamente. Se rompió el velo y ahora podemos acercarnos a Dios directamente, sin ningún mediador salvo Jesús.
Hebreos 4:14-15 y Hebreos 10:21 nos muestra a Jesús como  Sumo Sacerdote  y es el único mediador entre Dios y nosotros. 
Entonces, ¿debe haber sacerdotes como los católicos? ¿Qué dice el Nuevo Testamento? 
Nos enseña que debe haber ancianos (1 Timoteo 3), diáconos (1 Timoteo 3), obispos (Tito 1:6-9), y pastores (Efesios 4:11) Los sacerdotes son los fieles.  (1 Pedro 2:5-9, Apocalipsis 1:6, Apocalipsis 5:10)

1 Juan 1:9 (algunos afirman que este pasaje también apoya su postura) muestra que debemos confesar nuestros pecados a Dios, no a ningún hombre. En Santiago 5:16 si se habla de confesar nuestras transgresiones “unos a otros” pero esto es diferente a confesar los pecados a un sacerdote tal y como la iglesia católica lo defiende, ya que no se menciona a los sacerdotes ni “líderes” ni se vincula el perdón de los pecados a esta confesión.

La Biblia no enseña que los pecados deban ser confesados a un sacerdote ni que éste tenga poder para conocer el corazón de una persona y perdonar sus pecados. Es a Dios a quién debemos confesárselos, como vimos en 1 Juan 1:9. 
El único mediador entre Dios y el hombre es Cristo. 

1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre

Bendiciones

jueves, 19 de abril de 2012

El silencio de la mujer


1 TIMOTEO 2

“11 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. 12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 13 Porque Adán fue formado primero, después Eva; 14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 15 Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.”


Este pasaje es fácil de entender en la letra y muchos se quedan en ella.

En primer lugar me gustaría señalar que la palabra que se utiliza para silencio (hesuchia) también se traduce como “sosiego”.

Para Dios, el semen es visto como una semilla y trata el caso de "desperdiciar" el semen como algo malo (Ver historia de Onán en Génesis 38). El semen al compararlo con la semilla también lo podemos comparar con la palabra que es vista como una semilla en la Biblia. (Mateo 13)

Muy bien, ahora pensemos que el hombre es símbolo de Pastor, porque tiene la "semilla" del Evangelio para "inseminar" a otras personas, y la mujer como símbolo de Iglesia, u ovejas, que no tiene aún semilla para inseminar, pero puede ser fecundada con el Evangelio.

Voy a sustituirlo a ver si parece tener más sentido, porque creo que la experiencia nos demuestra que el hecho de ser mujer no te impide tener más conocimiento en el Señor ni más capacidad para enseñar.

1 TIMOTEO 2

11 La iglesia
(o nuevas ovejas) aprenda en silencio (o con sosiego), con toda sujeción. 12 Porque no permito a las ovejas enseñar, ni ejercer dominio sobre el pastor (lógico, ¿no? Si aún no tienes conocimiento de la palabra ¿cómo vas a enseñar y menos al Pastor?), sino estar en silencio. 13 Porque Adán fue formado primero, después Eva; (Después analizaremos de qué o quiénes es símbolo Adán y Eva, ya que se dice que Jesús es el postrer Adán) 14 y Adán no fue engañado, sino que Eva, siendo engañada, incurrió en transgresión. 15 Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.

Parece tener más sentido ¿no?

Respecto a lo de Adán y Eva podemos entender dos simbologías, la primera, Adán como marido y Eva como mujer (volviendo a lo de Pastor ovejas) y la que explicaré a continuación:

Existe un error de traducción en el tema de la costilla de Adán. Eva no salió de una sola costilla, sino del costado derecho (pleuran es en griego, tsela' en hebreo), de medio costillar.

Los humanos tenemos un total de 24 costillas, por lo que un costado serían doce costillas... doce costillas como las doce tribus. Por eso está el primer Adán, que serían aquellos pastores que predicaron la ley o el Antiguo pacto (como Aarón, que pecó y fabricó el becerro de oro inducido por el pueblo, igual que Adán por Eva, Éxodo 32), y el postrer Adán, que sería Jesús bajo la ley, ya que Adán significa terrenal y es símbolo de un pacto terrenal, es decir, antes de que llegara la gracia con su muerte.

Es más profundo, pero esto es lo más básico. Por otro lado, los otros pasajes que hablan del marido y la mujer, de que la mujer le pregunte al marido en casa (1 Corintios 14, 35) es lo mismo: que las ovejas no le pregunten al pastor en mitad del culto (piensa en iglesias grandes como las de la época) sino en la intimidad, para evitar supongo, por ejemplo, traer confusión, interrupciones, dedicar tiempo a resolver cuestiones que otras personas que llevasen más tiempo ya sabían... Si nos quedásemos en la letra, yo, o cualquier hermana soltera, no tendríamos a quién preguntarle... además si el marido tuviere menos conocimiento que su mujer, ella por ser mujer no podría enseñarle y él por no tener conocimiento no podría enseñarle a ella. Por eso es hombre, varón y marido espiritual, al igual que la mujer.

Lo del flujo de semen como semilla viene también por el pasaje de Levítico 15.

"Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier varón, cuando tuviere flujo de semen, será inmundo" (Levítico 15,2)


En ese pasaje dice inmundo el que tuviere flujo de semen, por supuesto no puede ser físico porque todos los hombres tienen flujo de semen, aunque sea involuntario, y además no especifica que no esté casado. Si fuese físico entonces no se podría ni tener relaciones estando casado, ¿no? además dice, entre otras cosas:

12 “La vasija de barro que toque el que tiene flujo será quebrada"

¿Por qué una vasija? En varias partes de la Biblia se compara a Israel con una vasija, Una de estas lecciones la vemos en Jeremías 18.

Volviendo a la teoría de flujo de semen como semilla y semilla como palabra tenemos que ver que en el antiguo pacto, esa palabra, era la ley de Dios, la cual era imposible de cumplir con todo lo que conllevaba. Siempre ibas a ser maldito o inmundo, y esa vasija sobre la que cayó la ley es el pueblo de Israel, que tuvo que ser quebrada.

Como comprobación de que el pasaje tiene un sentido espiritual, al seguir leyendo también dice que inmunda la mujer cuando tiene flujo de sangre, y una de las cosas que dice es que el hombre que durmiere cuando ella esta inmunda también será inmundo, así que, aparte de que sería injusto que la mujer fuese inmunda por lo que es su naturaleza de mujer y se contradeciría con la palabra ya que dice que en Cristo no hay hombre ni mujer y que todos somos iguales, no podríamos ni dormir con nuestros maridos cuando tuviésemos la menstruación.

Copio un pequeño estudio:

" La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia. 1Ti 2:11-15


“La mujer debe aprender en silencio”, le dice el obispo a una hermana que quiere expresar lo que el Señor le revela en su corazón; con las rudezas de estas palabras es acallada. “La mujer aprenda en silencio” Han pasado los años y muchas denominaciones, religiones, sectas, templos o iglesias; como quieran llamarlas, han enseñado que las mujeres no deben hablar en la congregación (bueno en la mayoría ni los hombres pueden hacerlo, sólo los con “supuesta autoridad”, limitando así la libre manifestación de la Verdad por medio del Espíritu Santo, y la mutua edificación).

¿Qué significa realmente esta frase “La mujer aprenda en silencio”, que Pablo escribió, inspirado por el Espíritu Santo?

Antes requiero citar lo siguiente:

Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. Luc 10:38-42

Marta y María representan dos tipos de iglesias. Marta es la iglesia que sirve al Señor con mucho trabajo, esmero y afán, y tiene celos de la iglesia que está a los pies del Maestro escuchando su palabra, sin aparentemente hacer nada productivo. Marta ciertamente era creyente y había recibido a Jesús en su casa, es decir, en su corazón. Pero María tomaba la mejor parte, es decir, en silencio escuchaba su palabra; cuyo fruto es eterno; pues dice “la cual no le será quitada”. Vemos entonces a Marta, que es guiada por su mente, y hace todo lo que le parece correcto; pero deja lo más importante antes de obrar; que es escuchar al Maestro. Marta vemos que es guiada por la carne, María en cambio es guiada por el Espíritu.

Ahora volvamos a lo nuestro “La mujer aprenda en silencio”; dice el Espíritu Santo a la iglesia, si hermanos y hermanas, la mujer es la iglesia; debemos estar como María a los pies de nuestro Maestro “con toda sujeción”. No es que las mujeres no puedan hablar en la congregación, como practicaríamos si sólo vemos la letra de la Biblia, sin tocar su Espíritu; sólo debemos tener muy claro que la iglesia antes de hablar debe escuchar y estar sujeta a su Señor. Así se cumple: La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. 1Ti 2:11

También vemos como Santiago nos lo repite: Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; Stgo 1:19


Sigamos escuchando:

Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 1Ti 2:12

El Espíritu Santo nos enseña, que el hombre es Cristo; y la iglesia no puede enseñar a Cristo y ejercer dominio sobre El. Al contrario debe estar en sujeción a su Cabeza. ¿Cuánto de esto vemos hoy? Si se cumpliera no habría tanto desorden y confusión en el pueblo cristiano. ¿Cuántas supuestas iglesias hoy están en silencio ante El, escuchándolo? Es por eso que hay tanta contradicción en el pueblo cristiano.
Sigamos escuchando:

Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 1Ti 2:13-14

Acá Adán (el hombre) representa a Jesucristo, y Eva a la iglesia. Dice “Adán fue formado primero, después Eva”; Cristo fue engendrado por el Padre en el principio, y por medio de él hizo todas las cosas; la iglesia nació de la costilla de Cristo; cuando fue clavado en la cruz y resucitó el tercer día. Por eso se cumple “Adán fue formado primero, después Eva”.

¿Quiénes son la iglesia? Todos los que tenemos por cabeza a Cristo y nacimos de su costado, del agua y de su sangre ¿no es verdad? Jesucristo cuando fue tentado, no fue engañado por Satanás; Cristo triunfó sobre el Diablo (recuerden la tentación en el desierto por 40 días). ¿Cuando el hombre en el huerto fue tentado que sucedió? Fue engañado y calló. Por eso se cumple: “Adán no fue engañado, sino que la mujer”. (Si hablara del Adán histórico, vemos que este también fue engañado y comió junto a Eva).

Sigamos escuchando las instrucciones de nuestro Señor:

Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia. 1Ti 2:15

Nuevamente, si leemos sólo en la letra, quedamos cortos; el Espíritu Santo nos enseña que la iglesia, es decir, los que nacimos de Cristo y lo tenemos por cabeza, ya que somos su cuerpo; nos salvamos engendrando hijos. ¿Y que son los hijos? Muchos han condenado a las mujeres estériles con este verso, ya que lo interpretan en lo literal; ciertamente los hijos nacen del ministerio de la iglesia, de haced discípulos a las naciones. No dice que por medio de los hijos somos salvados, sino que en el proceso de salvación engendraremos hijos; si y sólo si permanecemos en fe, amor y santificación, con un ingrediente importantísimo que muchas veces olvidamos con modestia. Repito el orden: Fe, Amor y Santificación (ya que sólo los limpios de corazón, verán a Dios), pero con Modestia.

Para las hermanas que leen estas palabras, ¿ya pueden ver como la letra mata y sólo es Espíritu vivifica? Y la iglesia hoy debe aprender a estar en silencio y aprender primero antes de obrar.

…no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. 2Co 3:5-6

Gracias Padre y Señor, por tu Palabra. Amén.

Publicado por Rodrigo Cárdenas B.”

Me gustaría añadir dos matices. Uno que Adán no fue engañado, y Pablo lo dice, reconociéndose a si mismo como pastor:

 ”Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo"  2 Co 11.3
Y otra cosa es que el varón, como ya antes se ha dicho, se refiere tanto a Cristo como a las personas que el Señor le ha dado el ministerio de predicar, sean hombre o mujer, ya que, después de todo, tienen al mismo Cristo en Espíritu en ellos. Fue a Adán al quien Dios insufló aliento de vida, ungiéndolo con su Espíritu Santo. Gen 2:7

Un saludo y bendiciones.

martes, 17 de abril de 2012

Dones Espirituales y I Corintios 13



Empezaré citando el pasaje en cuestión, pero antes me gustaría recordarles 1Juan 4:8: El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.


1 Corintios 13
1 Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe, de tal manera que trasladara los montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y si repartiera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas y el conocimiento se acabará.9 En parte conocemos y en parte profetizamos; 10 pero cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; pero cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.


Estamos de acuerdo en que lo más importante es el amor, sea entendido como Dios o como amor en sí. Ningún don nos es de provecho si no hay amor, esto es obvio, porque si no hay amor ¿con qué fin utilizaríamos esos dones? Si no hay amor ¿cómo íbamos a sanar, por ejemplo?
8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas y el conocimiento se acabará.9 En parte conocemos y en parte profetizamos; 10 pero cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 


El amor nunca deja de ser, Dios nunca deja de ser. Cuando estemos en el Reino seguirá reinando el amor. Dice el pasaje: las profecías se acabarán, cesarán las lenguas y el conocimiento se acabará. En parte conocemos y en parte profetizamos; pero cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.


¿Qué es lo perfecto? Si la respuesta a mi pregunta es la Biblia completa, es decir, el terminar el NT, tengo q deciros que no he encontrado ningún pasaje de la Biblia que justifique esta respuesta. Es más, el NT está terminado, pero yo aún conozco en parte, ¿Vosotros tenéis toda la sabiduría de Dios? Supuestamente, siguiendo esta explicación, con la Palabra escrita, no necesitamos estos dones. Eso significa, si tomamos esa interpretación que el conocimiento no es más necesario. ¿?!!! ¿Ahora no necesitamos conocer? Aunque ese conocimiento sea un conocimiento terrenal (que no es el caso, porque está hablando de dones) ¿ahora no necesitamos conocer? ¿No tenemos que estudiar, que aprender? ¿No tenemos que escudriñar la Palabra?


Cuando venga lo perfecto, lo que es en parte se acabará. Más adelante dice: Ahora vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como fui conocido.


Dice “entonces conoceré como fui conocido” ¿Nosotros nos conocemos como fuimos conocidos?
Ahora conozco en parte:” Si Pablo “conocía en parte”, no seré yo quien diga que conozco más que Pablo. El mismo Jesús reconoció que en su paso como hombre no conocía todo, y sólo conocía en parte cuando dijo: “el día y la hora sólo el Padre lo sabe”. No seré yo quien diga que sé más que nuestro Señor Jesús.
Todavía seguimos en la misma situación “en parte conocemos”, no creo que ya estemos conociendo “el todo”
Sé que me estoy dispersando un poco, está claro que no puedo interpretar una frase ignorando el resto, pero tranquilos, porque llegaremos a una conclusión.
Volvamos a qué es lo perfecto:


Hebreos 7:
22 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. 23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; 24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. 26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; 27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. 28 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho Perfecto para siempre.


Job 37
14 Escucha esto, Job; Detente, y considera las maravillas de Dios. 15 ¿Sabes tú cómo Dios las pone en concierto, Y hace resplandecer la luz de su nube? 16 ¿Has conocido tú las diferencias de las nubes, Las maravillas del Perfecto en sabiduría?


Lo perfecto es la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Nosotros ahora estamos en el camino, pero no en la perfección. Está claro que cuando estemos en su Reino no nos harán falta estos dones, no habrá enfermos, no habrá discordias… cuando estemos en su Reino no hará falta el don de lenguas (que la Biblia nos enseña que sirve para hablar misterios a Dios. Lo veremos más adelante) porque estaremos cara a cara con Dios, como enseña la Biblia. Por eso 1 Corintios 13 dice:


12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara.


En la actualidad seguimos viendo “por espejo”, seguimos actuando por la fe en la Palabra de Dios, seguimos los ejemplos escritos en la Biblia, es más, usamos la Escritura para saber cómo actuar conforme a Dios.
¿Habéis visto ya a Dios cara a cara? Porque yo aún no, aún no ha llegado el momento. Cuando llegue el momento no veremos más como por espejo, sino que veremos claramente y tendremos conocimiento completo. Ese es el momento en que los dones cesarán, al igual que nuestro conocimiento limitado.


Apocalipsis 22 confirma esto:


3 Y no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en ella, sus siervos lo servirán, 4 verán su rostro y su nombre estará en sus frentes. 5 Allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará y reinarán por los siglos de los siglos.


Lo perfecto vendrá con su segunda venida, con nuestra resurrección, cuando ya no seamos imperfectos en nuestra carne, sino perfectos en Dios para siempre. Ahora profetizar es un conocimiento imperfecto, pero cuando venga su Reino, estaremos en Él, y tendremos su conocimiento perfecto.
Es evidente que en la Tierra todavía no vino “lo perfecto” y creo que en esto todos estamos de acuerdo, sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor. Por lo tanto seguimos en lo que “es en parte”
Vemos numerosos pasajes en los que Pablo no deja de enseñar sobre la necesidad de los dones y cómo utilizarlos para edificación. Si iban a durar tan poco tiempo, ¿para qué iba a insistir en el tema?
Pablo dice:


1Corintios 12:
“No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.”
Luego dice para qué sirven los dones:“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.”


¿Porque les diría que procuren los dones mejores?
” ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.”


También dijo en 1 Corintios 14:
“Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden.”


Obviamente, que si no tenemos amor, de qué sirve la práctica del don, ni siquiera podemos usar el don de servicio, ni el de administración, ni de enseñanza. Sin amor, ¿qué clase de iglesia seríamos? Seríamos antitestimonio, con peleas, trifulcas, actuando desordenadamente… ¡¡¡sin amor no podemos hacer nada!!! Pero una cosa no quita la otra, sólo que el amor es más importante, es lo único que dice este pasaje, no que con el amor desaparecerá lo demás.
Que lo mayor sea el amor no significa que lo demás no exista, al contrario algo mayor da por sentado la existencia de otras cosas. La fe es un don espiritual, esto significa que los dones siguen estando.
El enemigo sigue actuando entre nosotros, aún sigue habiendo muerte, por lo que lo perfecto aún no ha llegado, y hasta que no llegue ese momento seguirán existiendo los dones para edificación, crecimiento y testimonio de la Iglesia.
Continuando el estudio de este pasaje, nos damos cuenta que la clave para interpretarlo correctamente es saber lo que significa “perfecto” y a qué se refiere ( En griego es teleion) Muchos justifican que no se refiere a la llegada de Cristo como persona, porque se utiliza “lo” que se refiere a cosa, en vez de “el” Es decir, dice “lo perfecto” no “el perfecto”. Pero no defiendo que se refiera a Cristo en sí, sino a todo lo que conlleva, lo que viene con Jesús, el Reino de Dios, a eso es lo que me refiero cuando digo que se refiere a la segunda venida de Cristo, porque con él llegará el Reino, llegará lo perfecto.


En cuanto al versículo 11 "Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.” No se refiere a que Pablo ya había perdido esos dones de “niño” porque de hecho hay otros pasajes que dicen lo contrario, sino a una comparación de tiempo.
Hay cosas propias de cuando eres niño, igual que hay cosas propias de cuando estemos en este mundo, y cosas propias de cuando eres hombre, igual que hay cosas propias de cuando estemos en el Reino. Cuando estemos en el Reino dejaremos lo que teníamos en este mundo.


Por último os dejo algunos pasajes (que podéis leer por completo) para reforzar la grandeza de Dios y sus dones, con los cuales nos ha bendecido.
Jesús dijo en Marcos 16:17, que los creyentes hablarán en otras lenguas.
También, I Corintios 12:28 dice que Dios puso en la Iglesia . . . diversos géneros de lenguas.


Debido a que ninguna escritura nos dice que Él los quitó de la iglesia, y somos la iglesia, estos dones siguen existiendo.
I Corintios 14:39 "Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas"
Si Dios sabía que el hablar el lenguas era solo temporal en la iglesia, Él se equivoco en decirnos que no lo impidiéramos.
Marcos 16:17 "Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablaran nuevas lenguas;
I Corintios 12:30 se refiere al ministerio público del hablar en otras lenguas. Es llevando a cabo un ministerio a través del hablar en otras lenguas y de la interpretación. Mientras I Corintios 14:5, se refiere a su propio tiempo privado de oración.
I Corintios 14:2 "Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios."


1 Timoteo 4
14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15 Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen


Romanos 1
11 porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis fortalecidos; 12 esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.


1 Corintios 1 ¡¡¡Aquí habla de tener y cuidar los dones hasta que llegase la segunda venida!!!
4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús, 5 pues por medio de él habéis sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en todo conocimiento, 6 en la medida en que el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado entre vosotros, 7 de tal manera que nada os falta en ningún don mientras esperáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 8 el cual también os mantendrá firmes hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.


1 Corintios 14
El hablar en lenguas. No dice que no es de provecho hablar en lenguas aunque sea para comunicación con Dios y resalta que no siempre son entendidas estas lenguas, ya que es el mismo Espíritu Santo quien habla (“El que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende, aunque por el Espíritu habla misterios”), y no necesariamente el que habla en lenguas tiene el don de interpretación, es decir, que puedo hablar en lenguas sin saber lo que digo (el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla; Si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto) y que este don de lenguas sirve también como señal a los incrédulos. Hay otros dones que sirven más de edificación para la Iglesia y que esto es lo más necesario y lo que debemos procurar, y sobre todo hacerlo todo con orden. Es bonito que empiece resaltando que debemos seguir el amor, pero también procurar los dones 


14 Seguid el amor y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. 2 El que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. 4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. 5 Yo desearía que todos vosotros hablarais en lenguas, pero más aún que profetizarais, porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
6 Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablo con revelación, con conocimiento, con profecía o con doctrina? 7 Ciertamente, las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieran notas distintas, ¿cómo se sabría lo que se toca con la flauta o con la cítara? 8 Y si la trompeta diera un sonido incierto, ¿quién se prepararía para la batalla? 9 Así también vosotros, si por la lengua que habláis no dais palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís?, porque sería como si hablarais al aire. 10 Tantas clases de idiomas hay seguramente en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado. 11 Pero si yo ignoro el significado de las
palabras, seré como un extranjero para el que habla, y el que habla será como un extranjero para mí. 12 Así pues, ya que anheláis los dones espirituales, procurad abundar en aquellos que sirvan para la edificación de la iglesia.
13 Por lo tanto, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. 14 Si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. 15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento,16 porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá «Amén» a tu acción de gracias?, pues no sabe lo que has dicho. 17 Tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; 19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en cuanto a la malicia y maduros en cuanto al modo de pensar. 21 En la Ley está escrito: «En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.» 22 Así que las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. 23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? 24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; 25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.
26 Entonces, hermanos, ¿qué podemos decir? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación. 27 Si alguien habla en lengua extraña, que sean dos o a lo más tres, y por turno; y que uno interprete. 28 Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios. 29 Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen lo que ellos dicen. 30 Y si algo le es revelado a otro que está sentado, calle el primero.31 Podéis profetizar todos, uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados. 32 Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas, 33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz.
Como en todas las iglesias de los santos, 34 vuestras mujeres callen en las congregaciones, porque no les es permitido hablar, sino que deben estar sujetas, como también la Ley lo dice. 35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos, porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.
36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado? 37 Si alguno se cree profeta o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor; 38 pero si alguien lo ignora, que lo ignore.
39 Así que, hermanos, procurad profetizar y no impidáis el hablar en lenguas; 40 pero hágase todo decentemente y con orden.


1 Corintios 12
No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.
4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 Y hay diversidad de actividades, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de todos. 8 A uno es dada por el Espíritu
palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; 9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
12 Así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo, 13 porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular. 28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29 ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? 30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos? 31 Procurad, sin embargo, los dones mejores.

lunes, 16 de abril de 2012

Cristo es Dios (Segunda parte)

Otros pasajes:

·         Filipenses 2:5-8: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
·         Colosenses 2:9: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,”
·         Isaías 9,6: “Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre «Admirable consejero», «Dios fuerte», «Padre eterno», «Príncipe de paz».
-  “En el principio era la Palabra ... y la Palabra era Dios” (Jn. 1,1)
-  “Yo y el Padre somos una sola cosa” (Jn. 10, 30)
-   “Antes de que Abraham existiera, Yo Soy” (Jn. 8, 58)
-  “¿No crees que estoy en el Padre y que el Padre está en Mí?” (Jn. 14, 9)
-   “Ahora, Padre, dame junto a Tí la misma Gloria que tenía a tu lado antes que comenzara el mundo” (Jn. 17, 5)
-   “Sabemos que el Hijo de Dios ha venido ... para que conozcamos al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo: ahí tienen el Dios Verdadero “ (1 Jn. 5, 20)
-  “En El permanece toda la plenitud de Dios en forma corporal” (Col. 2, 9)
-   “Cristo ... como Dios, está por encima de todo” (Rom. 9, 5)
-  “Dios envió a su Hijo, que nació de mujer” (Gal. 4, 4)

Atributos divinos:
  • Es eterno (cf. Jn. 1, 1-2; 8, 58; 17, 5 - Col. 1. 17)
  • Conoce todas las cosas (cf. Jn. 1, 48; 2, 25; 6, 64; 14, 10)
  • Es todopoderoso (cf. Mt. 28, 18; Mc. 4, 39; Hb. 1, 3)
  • Es inmutable (no cambia) (cf. Hb. 13, 8)
Las profecías hechas acerca del Mesías prometido y cumplidas por el mismo Jesucristo.
o    Aquí es curioso hace notar que hay personas importantes, cuya biografía se ha escrito después de fallecidas y algunas pocas, mientras están aún vivas. Pero a nadie, sino a Cristo, se le ha escrito su biografía siglos antes de venir a este mundo.
o    He aquí algunas de estas profecías hechas sobre Cristo y cumplidas por El:
o    Su nacimiento en Belén (Miq. 5, 1-2 = Mt. 2, 1; Lc. 2, 6),
o    Su nacimiento de una Virgen (Is. 7, 14 = Mt. 1, 18),L
o    Los grandes milagros que realizaría (Is. 35, 5-6 = Lc. 7, 18, 23),
o    El rechazo de su propia gente (Is. 53, 3 = Jn. 1, 11),
o    La traición de uno de sus amigos y el precio pagado por El (Sal 41, 10 ; Zac. 11, 12-13 = Mt. 26, 14-15),
o    Los eventos de su pasión y muerte (Is. 53, Is. 50, 6; Sal. 22, 17-19 = Jn. 19, 21-23; Mc. 15, 24; Mt. 27) .
Profecías hechas por Cristo:
o    Jesús predijo que sería entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley (Mt. 20, 18 = Mt. 26, 57; Mc. 10, 64);
o    Que éstos lo entregarían a los gentiles, los cuales se burlarían de El, lo azotarían y lo crucificarían (Mt. 20, 19 = Mt. 27, 26: 29, 30; Lc. 23, 33);
o    Anunció que Judas lo traicionaría (Jn. 13, 21-26 = Lc. 22, 3-4);
o    Predijo la triple negación de Pedro (Mt. 26, 34 = Mt. 26, 69-75).
o    Adicionalmente predijo la destrucción de Jerusalén y del Templo por parte de los gentiles(Lc. 21, 20; Mc. 13, 2), lo cual sucedió, según testimonios históricos, cuarenta años después (70 AD) y la ciudad y el Templo de Jerusalén fueron destruidos de tal forma por los Romanos (gentiles), que resultaba irreconocible el lugar.
Los milagros de Jesús:
o    Fueron muchísimos y muy diversos. Tal vez los más impresionantes hayan sido el de la multiplicación de los panes y los peces, cuando de cinco panes y dos peces alimentó a una multitud de aproximadamente quince mil personas (cinco mil hombres sin contar mujeres y niños); la revivificación de Lázaro y otros muertos, y su propia Resurrección.
o    Los milagros muestran, sin lugar a dudas, que sólo Dios, por ser infinito y todopoderoso, puede alterar las leyes que El mismo ha establecido. Y Cristo los realizó para mostrar su poder divino (cf. Jn. 14, 11). Su propia Resurrección es, indudablemente, la muestra mayor de su divinidad (cf. Rom. 1, 4).
o    Una cosa curiosa es que los enemigos de Jesús nunca negaron que hubiera hecho milagros, los cuales habían constatado con sus propios ojos. La crítica de parte de sus adversarios de que los realizaba en día prohibido (Jn. 9, 13-16)y de que, supuestamente, los hacía por el poder del Demonio (cf. Mt. 12, 24), sirve precisamente para confirmar los milagros realizados por Jesucristo.


Evidencias que Jesús es Dios 
Por F.C.

“Y Cuando le vieron le adoraron, pero algunos dudaban” (Mateo 28:17)


Introducción:
Un asunto de gran importancia para todos es determinar quién verdaderamente es Jesús. Esto es mas importante que todo en esta vida (deportes, vacaciones, dinero). Es increíble que algunas personas no se tomen el tiempo por lo menos para verificar, si la doctrina apostólica que afirma que Jesús es Dios, es verdadera.

Afortunadamente Dios nos ha provisto de mas evidencias sobre Jesús y su papel que de cualquier otro evento en la historia humana. No necesitamos aceptarlo por una fe ciega, porque las evidencias sobre este tópico son abundantes. A continuación examinaremos cinco evidencias que prueban que JESUS es DIOS.


I. La profecías del Antiguo Testamento.

La profecía desempeña un papel importante en la revelación de Dios, porque por medio de ella, Dios dio a conocer a sus profetas el plan de salvación para la humanidad, mucho tiempo antes que se cumpliese. Ellas revelan quien verdaderamente sería Jesucristo.

1 Isaías 9:6 (Jn. 1:1,3) prueba poderosamente que Jesús es el “Padre Eterno” 
2 Isaías 7:14 (Mt. 1:22,23) nos dice que Jesús es “Dios con nosotros” 
3 Isaías 35:4,6 (Lc. 7:22) nos dice que “Dios mismo vendrá, y os salvará”
4 Isaías 40:3 (Lc. 3:2-5) dice que Juan prepararía “camino a JHVH” 
5 Miqueas 5:2 (Lc. 2:4) dice que de Belén saldría en que sería “Señor en Israel”



II. Las afirmaciones de Jesús.

Muchas veces Jesús se refirió a su propia deidad, tanto directa como indirecta. Aunque Jesús confirmó que Él era el Mesías (Mr. 14:62,63), no uso el término Mesías para referirse a sí mimo, talvez para diferenciar su deidad de la expectación ampliamente extendida de un Mesías humano.

1 Jesús uso la expresión “Hijo de Hombre” o “Hijo de Dios” para referirse a su naturaleza divina (Mt. 26:63,64).
2 Usó también la expresión “Yo Soy” (Ego eimi en griego, ani bu en hebreo) (Jn. 8:56-58). Algo que solo Dios había usado (Ex. 3:13,14).
3 Jesús afirmó que Él era el “Padre” (Jn. 14:8,9).
4 Jesús dijo que Él era el “principio y fin” y el “Todopoderoso” (Ap. 1:8). Algo que solo Dios puede reclamar (Isaías 44:6; Gn. 17:1).
5 Jesús hablando como Padre dijo: “No os dejaré huérfanos” (Jn. 14:18).

Tal vez el significado mas grande fue que Él aceptó “la adoración” (Lc. 5:8; Mt. 28:17). El fundamento intensamente monoteísta de los judíos, hubiera prohibido en forma absoluta, cualquier adoración de cualquier cosa que no fuera el Dios único y verdadero (Ap. 19:10; 22:8,9; Hch. 10:25,26).


III. El Testimonio de los Apóstoles

Los discípulos claramente llegaron a reconocer a Jesús como lo que Él era, Dios manifestado en carne. Por eso ellos:
1) Le Adoraron (Lc. 5:8; Mt. 28:17).
2) Confesaron que Jesús era Dios (Jn. 20:28)
3) Pedro confesó que Jesucristo es Dios (Mt. 16:16). Las profecías declaraban expresamente que el Mesías sería el Hijo de Dios (Sal. 2:2-9) y Dios (Sal. 45:6,7; 110:4; Zac. 6:13).



IV. Los Escritos Apostólicos

Una de las cosas que debemos prestar mucho cuidado son los escritos apostólicos, porque la Biblia nos ordena que nuestra fe debe estar edificada sobre “el fundamento de los apóstoles (Nuevo Testamento) y profetas Antiguo Testamento)…” (Ef. 2:20), Ellos fueron los recipientes de la revelación divina y los expositores del plan de salvación.
1) De acuerdo a I Corintios 2:6-8 Cristo es el Señor de Gloria. Si Jesús no es Dios, entonces tienen que haber dos señores de gloria, porque el Salmo 24:7,8 dice que JHVH es el Señor o Rey de gloria.
2) De acuerdo a Tito 2:13,14 Jesucristo es el Gran Dios y Salvador. Según Juan 14:1-4; Hechos 1:11 y Apocalipsis 1:7 el que viene es Jesucristo, como también Él es quien murió para redimirnos. No hay la menor duda que Jesús es Dios.
3) De acuerdo a Romanos 9:5 Cristo es Dios sobre todas las cosas. Si Pablo no hubiera estado seguro de lo que escribía, jamás hubiera escrito tal cosa, pues recordemos que él era un hebreo de hebreos y un fariseos (Fil. 3:5) un hombre apegado a los normas mas estrictas del judaísmo y por lo tanto un hombre cien por ciento monoteísta.
4) I Juan 5:20 dice que Jesucristo es el verdadero Dios. Si comparamos esta declaración con Jeremías 10:10, nos daremos cuenta que JHVH es también el Dios verdadero. Si JHVH y Jesús no son el mismo, entonces aquí hay una contradicción muy seria. ¿Qué cree usted?



V. Los Atributos y Prerrogativas de Jesús

Si se necesiten mas pruebas que demuestren que Jesús es Dios, podemos comparar los atributos de Jesús con los atributos de Dios. Al hacer esto encontraremos que Jesús posee todos los atributos y prerrogativas de Dios, especialmente aquellos que solo pueden pertenecerle a Dios.

Algunos de los atributos son Omnisciente (que todo lo sabe); Omnipresente (que se encuentra a un mismo tiempo en todas partes); y Omnipotente (que todo lo puede).
1) Juan 4:17,18 y Mateo 17:27 nos muestra que Jesús como Dios tiene el atributo de Omnisciencia.
2) Mateo 18:20 y Juan 3:13 nos muestra que Jesús como Dios tiene el atributo de Omnipresencia.
3) Mateo 14:25 y Juan 6:10,11 nos enseñan que Jesús como Dios tiene el atributo de Omnipotencia. En Mateo 28:19 Jesús dijo: “Toda potestad me es dada en los cielo y en la tierra”, en otras palabras El es Todopoderoso. Compare Mateo 14;25 con Job 9:8 y comprobara que Jesús y JHVH son el mismo.
4) Hebreos 13:8 nos dice que Jesús es Inmutable otro de los atributos absolutos de Dios. Solo Dios no cambia. Hebreos 1:8-12 nos dice que Jesús es eterno.





Cristo es Dios

(Desconozco el autor)



NOTA DEL AUTOR SOBRE LAS VERSIONES DEL TEXTO SAGRADO: A lo largo de la obra he utilizado con preferencia mi propia traducción directa del griego para el Nuevo Testamento, y del hebreo y arameo para el Antiguo. En el primer caso me he valido del Greek-English New Testament, de Nestlé y Aland, Editio XXVI, Stuttgart 1981, y en el segundo de la Biblia Hebraica Stuttgartensia, Editio Minor, Stuttgart 1984. Cito también de las versiones prestigiosas de la Biblias comunes en el mundo de habla hispana y de las propias ediciones de las sectas. Las siglas siguientes son las utilizadas en relación con las diversas traducciones de la Biblia: VNM: Versión del Nuevo Mundo o Biblia de los Testigos de Jehová; EP: La Santa Biblia, de Ediciones Paulinas; BJ: Biblia de Jerusalén; NC: Nácar Colunga; VP: Versión Popular; VM: Versión Moderna; NBE: Nueva Biblia Española; RV: Reina-Valera. Cuando no se indica referencia, la traducción es mía.

La cuestión de la divinidad de 
Cristo ha sido el continuo caballo de batalla en la historia del cristianismo. En las Escrituras aparecen ya los primeros intentos de negarla durante el período neotestamentario, y raro ha sido el siglo desde entonces en que no haya surgido un movimiento que, de una u otra manera, no haya cuestionado la plena divinidad de Cristo. Desde los ebionitas a los Testigos de Jehová pasando por los arrianos o los socinianos, los grupúsculos sostenedores de esta tesis se cuentan por docenas.

Aunque algunas doctrinas, como las de los mormones o los adventistas, se adhieren formalmente a la doctrina de la divinidad de
Cristo y que los mormones sostienen que los hombres salvados se convierten en dioses (Doctrinas y convenios, 132:37), y que Jesús fue el hijo de Adán, el único Dios con el que tenemos que tratar los habitantes de este planeta (Diary of Hosea Stout, 9 de abril de 1852, vol. 2, p. 435)], lo cierto es que la mayoría de ellas la niega de una manera u otra. Tal es el caso de los mooníes, los Testigos de Jehová o los Niños de Dios. En este capítulo trataremos de examinar las objeciones tomadas de la Biblia que presentan contra esta doctrina, la enseñanza bíblica al respecto, algunos ejemplos del pensamiento rabínico sobre la divinidad del mesías y la opinión de los primeros cristianos. 

1. Las objeciones contra la divinidad de Cristo

Históricamente la pobreza de los argumentos aducidos contra la divinidad de 
Cristo es tan considerable, que podemos decir que los consignados a continuación constituyen la práctica totalidad. Como tendremos ocasión de ver, ninguna de las citas manejadas por las sectas vulnera en absoluto la enseñanza bíblica de la Trinidad y, en su mayor parte, arrancan de una falta de conocimiento preciso acerca del contenido de ese dogma. Pasemos ahora a los textos: 

a) Marcos 13,32, o Mateo 24,36. La interpretación de los antitrinitarios pretende que en este pasaje se demuestra tajantemente que 
Cristo no era Dios, puesto que no era omnisciente. Se incurre con esto en un error que veremos repetido en varias ocasiones: la incapacidad de distinguir entre la naturaleza humana y la naturaleza divina de Jesús. Es obvio que la primera era, como humana, limitada: Jesús se cansaba, tenía sed, padecía el dolor, su conocimiento era limitado, etc. Ahora bien, como Dios, era omnisciente. Veamos algunos ejemplos de la Escritura: "Ahora sabemos que sabes todas las cosas y no necesitas que nadie te interrogue. En esto creemos que salimos de Dios" (Jn 16,30) (VNM). "De modo que le dijo: Señor, tú sabes todas las cosas" (Jn 21,17) (VNM). "... Cristo. Cuidadosamente ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento" (Col 2,3).
Ni para Juan ni para el autor de la carta a los Colosenses, Jesús era un personaje privado de omnisciencia. Todo lo contrario: sabía todo y en él estaban, sin excepción, todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. 

b) Juan 14, 28. La interpretación sectaria de este pasaje adolece también de un desconocimiento de fondo del dogma trinitaria. Insistimos una vez más en que la persona del Hijo, la segunda de la Trinidad, tiene una naturaleza humana y otra divina. La humana, lógicamente, es inferior a la divina del Padre; pero ambas personas divinas, la del Padre y la del Hijo, son iguales. Es precisamente por eso por lo que el evangelio de Juan recoge la información de que los judíos del tiempo de Jesús deseaban matarle, porque se hacía igual a 
Dios: "A causa de esto realmente los judíos procuraban con más empeño matarlo, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios" (Jn 5,18-19) (VNM).

c) Apocalipsis 3,14. La interpretación antitrinitaria de este pasaje (uno de los más utilizados por los arrianos en su día) pretende que aquí 
Cristo es presentado como el "primer ser creado". Lo cierto es que tal afirmación sólo demuestra una ignorancia absoluta del sentido del término arjé (traducido aquí como "principio”). En calidad de título, como aparece aquí, la palabra arjé tiene en multitud de ocasiones el significado de "príncipe" o "principado". En tal sentido aparece, por ejemplo, en Rom 8,38; Ef 1,21; 3,10; 6,12; Col 1,16; 2,10; Tit 3,1, etc.). Ahora bien, en el libro de Apocalipsis, arjé es un título que se aplica única y exclusivamente a Dios; Vgr., Ap 21,6, en su calidad de fuente (principio) de todo. Por tanto, el pasaje no dice que Cristo fue el primer ser creado, sino que fue la fuente, el origen, el principio de que emanó la creación divina; es decir, que es el mismo creador, como tendremos ocasión de ver en el apartado que sobre ese tema hay en este capítulo.

d) Colosenses 1,15. De nuevo nos hallamos ante una interpretación errónea de un texto en base a la ignorancia terminológica de las sectas. Éstas interpretan la palabra "primogénito" en el sentido de "primer creado"; 
Cristo, pues, sería una simple criatura. Ahora bien este análisis del pasaje es erróneo por las siguientes razones:

1a. Primogénito (protótokos en griego) no es lo mismo que primer creado (protiktos en griego). Si realmente Pablo hubiera deseado expresar que 
Cristo era un ser creado, hubiera empleado el verbo "crear" lo que no hizo.

2a. El término "primogénito" no equivale en lengua hebrea tanto al primero en nacer como al que posee ciertos derechos de gobierno, herencia o realeza. Así la 
Biblia contiene diversos ejemplos de "primogénitos" que no fueron los primeros. Así, en Sal 89,27 (VNM) se anuncia que David sería nombrado "primogénito". David no lo era familiarmente (de hecho sabemos que era el menor de su familia), ni tampoco fue el primer rey de Israel (que fue Saúl), pero sí iba a contar con una supremacía, con una "primogenitura". Otro ejemplo de la palabra "primogénito" utilizada en ese sentido se halla en Jer 31,9, donde se denomina a Efraín como "primogénito". Ahora bien, si leemos el relato de Gén 48,13-14, vemos que realmente Efraín era el menor y Manasés era el primogénito. Un ejemplo más de este empleo de la palabra "primogénito" lo hallamos en Éx 4,22, donde se aplica tal título a Israel. Lógicamente, no se pretende señalar aquí que Israel fue la primera nación creada (lo que no sería verdad), sino que Israel gozaba de una primacía a los ojos de Dios. Por lo tanto, Pablo no está aquí diciendo que Cristo es un ser creado, sino que tiene la total supremacía sobre la creación; en otras palabras, que es el mismo creador. 

3a. El contexto indica que Pablo considera a 
Cristo no un ser creado, sino el mismo creador: De hecho esto es tan claro, que la VNM ha falseado el original griego, incluyendo palabras entre corchetes para ocultar esta revelación. Dice así, por citar un ejemplo, La Santa Biblia, de Ediciones Paulinas: "Porque por él mismo (Cristo) fueron creadas todas las cosas, las de los cielos y las de la tierra, lo invisible y lo visible, tanto los tronos como las dominaciones, los principados como las potestades; absolutamente todo fue creado por él y para él; y él mismo existe antes que todas las cosas y todas subsisten en él" (Col 1,16-17). Este fragmento del himno cristológico del capítulo primero de Colosenses no puede estar más claro: Cristo es no un ser creado, como pretenden las sectas, sino el creador de todo. Por eso existe antes de todo lo creado, ya que si él hubiera sido una creación no hubiera podido tener vida antes de toda la creación, sino sólo de la parte posterior a él mismo. Como era de esperar, la VNM falsifica este texto para amoldarlo a su torcida teología y traduce (?) así: "Porque por medio de él todas las (otras) cosas fueron creadas... Todas las (otras) cosas han sido creadas mediante él y para él. También él es antes de todas las (otras) cosas y por medio de él se hizo que todas las (otras) cosas existieran". No puede ser mayor la diferencia entre el texto griego original y la VNM: Cristo ya no es el creador ("por él mismo”), sino un instrumento de la creación ("por medio de él”). Tampoco es ya el creador anterior a todo lo creado, sino un ser creado anterior a "todas las otras cosas creadas". El hecho de añadir palabras en el texto para cambiar radicalmente el significado que quiso darle el autor de la carta a los Colosenses es algo que no parece haber pesado en la conciencia de la Wachtower y que la mayoría de sus adeptos ignoran. Pero ¿qué amor puede tener la Wachtower a la Biblia cuando no sólo no busca honestamente su enseñanza, sino que además tergiversa una traducción para dar base a sus doctrinas?

e) Proverbios 8,22. Dice así la VNM: "Jehová mismo me produjo como el principio de su camino, el más temprano de sus logros de mucho tiempo atrás". Según la especialísima exégesis de la Wachtower, que, quizá sin saberlo, es sólo un eco de la de Arrio, el texto de Proverbios estaría hablando aquí de 
Cristo, simbolizado bajo la imagen de la sabiduría, y enseñaría que fue creado ("producido”). No obstante, tal exégesis es por muchas razones descabellada: 

1a. El pasaje no dice en ningún momento que esté hablando del mesías; se trata de un hermoso poema en el que se utiliza la prosopopeya, es decir, la personificación de una cualidad para crear un efecto literario. En este caso se personifica a la sabiduría, pero no se menciona en ningún pasaje que ésta sea el mesías.

2a. El contexto niega que se pueda referir a Jesús: las profecías mesiánicas (como Is 52,l3ss.) contienen siempre referencias que podemos reconocer en la vida de Jesús. Ahora bien, aquí se nos dice que la sabiduría edificó una casa (Prov 9, 1a), que ha labrado siete columnas (Prov 9, 1b), que dispuso la mesa mezclando el vino y degollando carne (Prov 9,2), etc. Está claro que nada de esto tiene relación con la persona de Jesús; pero sí tiene sentido si se interpreta como una personificación poética de la sabiduría.

3a. La traducción "me produjo" no es correcta; pero, por si fuera poco, el pasaje, como es habitual cada vez que la Wachtower se ocupa de traducir, está penosamente traducido. La palabra hebrea que se vierte por "produjo" es qnh, que significa "poseyó" o "poseía", como han traducido la versión Reina Valera (RV) o la Nácar Colunga (NC). En algún caso este verbo puede tener un significado secundario de "engendrar", y así han vertido el pasaje la Versión Popular (VP) y la Versión Moderna (VM), pero no parece que en este contexto sea la traducción más adecuada.

Intentar, pues, desprender del pasaje de Prov 8,22 que 
Cristo fue creado no deja de ser un dislate exegético. 

f) Juan 1,18. La tesis de la Wachtower es que, puesto que a 
Dios no lo ha visto nadie y a Cristo lo vieron, este último no puede ser Dios. Ahora bien, este pasaje no está hablando de una visión física de Dios, sino espiritual. De hecho, el Antiguo Testamento registra varios casos de visión física de Dios, como el recogido en Is 6,lss. o el de Am 9,1, que pueden comprobarse en la misma VNM. Lo que aquí se nos dice es que a Dios nadie lo ha visto como para poder explicarlo de manera cabal, pero Cristo sí lo ha explicado. 

Por otro lado, aunque el pasaje implicara una visión física de 
Dios, tampoco estaría indicando que Cristo no era Dios, ya que lo que vieron sus discípulos fue su envoltura humana, y no su naturaleza divina. En ese sentido podría decirse que a Dios, con toda la grandeza de su gloria, no lo ha visto nadie, porque cuando se encarnó en Cristo la humanidad servía de velo a aquélla. 

h) Jesús habla con el Padre. La tesis de la Wachtower pretende que 
Cristo no puede ser Dios, puesto que se ve claramente cómo se dirige a Dios. Tal afirmación sólo revela un desconocimiento profundo de la doctrina de la Trinidad. Ésta no enseña que el Hijo, el Padre y el Espíritu Santo son la misma persona, sino que son tres personas distintas y un solo Dios verdadero. El diálogo entre el Padre y el Hijo, por lo tanto, no contradice la doctrina de la Trinidad, sino que la confirma. Es Dios-Oadre, Dios-Hijo y Dios-Espíritu Santo.

i) Jesús es el Hijo de 
Dios, y no Dios. A este respecto recomendamos repasar lo señalado arriba en relación con el texto de Jn 5,18. 

j) Salmo 2,7. Según la teología de la Wachtower, este pasaje indicaría que hubo una época en que el Hijo no existió y posteriormente sí; luego se trata de un ser creado. Además, el término "engendrar" debe entenderse como "crear". Lo cierto es que la fórmula que se recoge en este salmo parece ser que se utilizaba en la coronación de los reyes de Israel. Con ella se pretendía indicar que el monarca pasaba a ser "hijo de Yahvé" de una manera muy especial. 

Ahora bien, en el caso de este salmo, el Nuevo Testamento nos ha conservado la interpretación que del mismo hacía la Iglesia primitiva. Veamos: "Pero 
Dios lo levantó de entre los muertos, y por muchos días se hizo visible a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén, los cuales son ahora testigos de él al pueblo. De modo que nosotros estamos declarándoles las buenas nuevas acerca de la promesa hecha a los antepasados, que Dios la ha cumplido enteramente para con nosotros los hijos de ellos al haber resucitado a Jesús, así como está escrito en el Salmo segundo: Tú eres mi hijo, este día he llegado a ser tu Padre" (He 13,30-33). 

Para Pablo, el salmo 2 no enseñaba que 
Cristo fuera un ser creado, sino que contenía la afirmación de que resucitaría un día. Naturalmente somos muy libres de preferir la interpretación de la Wachtower a la del apóstol de los gentiles.


Digamos, finalmente, que el término "engendrar" ni significa "crear" ni es contrario a la enseñanza de la Trinidad. De hecho, el credo trinitario de Nicea afirma que la persona del Hijo fue "engendrada y no creada, de la misma naturaleza que el Padre". Los que creemos en la Trinidad creemos asimismo que 
Cristo fue engendrado desde la eternidad de la misma naturaleza que el Padre, pero que no fue creado. Este texto apoyaría precisamente esa tesis, puesto que en él no se dice que el Hijo fuera creado, sino engendrado.

Hasta aquí hemos podido ver el nulo fundamento que tiene afirmar que la 
Biblia niega la divinidad de Cristo. Ahora bien, el que no haya argumentos en contra no significa necesariamente que los haya a favor. ¿Existen pruebas en el Nuevo Testamento de que los primeros cristianos creyeran que Cristo era Dios? A examinar esa cuestión dedicaremos las próximas páginas.


2. Según la 
BibliaCristo es Díos, y no un dios

Contra lo que piensan la mayoría de las personas (y es error muy repetido en diversas publicaciones), los Testigos de Jehová no niegan la divinidad de 
Cristo, sino su plena divinidad. Es decir, para ellos Cristo es un dios (o el arcángel san Miguel), pero no es Dios. Nosotros intentaremos mostrar en las siguientes páginas cómo la Biblia indica específicamente lo contrario: Cristo es Dios, y no un dios. Las razones, entre otras muchas, son las siguientes: 

2.1. 
Cristo tiene títulos en el NT que sólo son aplicables a Dios 

Dios.

La teología de los Testigos, en realidad, es politeísta. Parte de la base de que existe un gran 
Dios increado (Jehová), seguido por un dios inferior y creado (Cristo) y por multitud de dioses de una categoría aún más ínfima, como el diablo y los ángeles. La enseñanza de la Biblia, por otra parte, es naturalmente monoteísta: sólo hay un Dios, no ha habido ninguno antes ni lo habrá después.

"Ustedes son mis testigos -es la expresión de Jehová- aun mi siervo, a quien he escogido, para que sepan y tengan fe en mí, y para que entiendan que yo soy el mismo. Antes de mí no fue formado 
Dios alguno y después de mí continuó sin que lo hubiera" (Is 43,10) (VNM). 

Este pasaje, conocido de memoria por todos los adeptos de la Wachtower, ya que de él derivan su nombre, contiene en su segunda parte una afirmación que contradice tajantemente las enseñanzas de aquélla. No enseña que hay un gran
Dios (Jehová), otro inferior y creado (el mesías) y una pléyade de dioses a continuación, sino que sólo hay uno y ninguno más. 

"Esto es lo que ha dicho Jehová, el Rey de Israel y el Recomprador de él, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay 
Dios" (Is 44,6) (VNM). La afirmación es clara y contundente; pero choca frontalmente con la teología de la Wachtower, que enseña la existencia de varios dioses. 

"Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. Con la excepción de mí no hay 
Dios..., no hay ningún otro; no hay otro Dios" (Is 45,5,14) (VNM).

Naturalmente, los primeros cristianos creían lo mismo que enseñó Isaías, y no la teología de la Wachtower, que establece que hay varios dioses. Y no sólo es que creían en un monoteísmo estricto (un solo 
Dios y ningún otro más), sino que además afirmaron que Cristo era ese Dios. Como esto resulta tan claro y equivale a reconocer que la teología jehovista es una farsa, los dirigentes de la Wachtower no han tenido el más mínimo inconveniente en alterar la traducción de la mayoría de los pasajes donde se dice que Cristo es Dios. A analizar algunos de éstos vamos a dedicarnos ahora. 

a) Romanos 9,5. Dice la versión del texto griego: "El 
Cristo según la carne, el cual es Dios bendito". Pablo afirma tan claramente que Cristo es Dios bendito, que la VNM no ha tenido el menor reparo en introducir una palabra entre corchetes en el texto para desvirtuar tal afirmación. Dice así: el Cristo según la carne: Dios, que está sobre todos, (sea) bendito para siempre. Basta quitar de la VNM el sea entre corchetes para tener una afirmación clarísima de la divinidad de Cristo

b) Filipenses 2,5ss. "... 
Cristo Jesús, el cual existiendo en forma de Dios no se aferró a ser igual a Dios".

Pablo lo expresa con claridad: 
Cristo era igual (no inferior) a Dios, pero no se aferró a ello, sino que se vació (ése es el significado literal del término griego kenosis) para hacerse hombre y redimirnos en la cruz. Pues bien, veamos cómo esta afirmación clarísima ha sido desvirtuada en la versión del Nuevo Mundo añadiendo de nuevo palabras que no están en el original: "... Cristo Jesús, quien aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a una usurpación, a saber: que debiera ser igual a Dios". 

Basta comparar la VNM con otras traducciones para comprobar lo viciado y lleno de prejuicios que ha sido su método de trabajo, método que sólo buscaba defender a la secta, y no a la enseñanza de la 
Biblia

c) Colosenses 2,9. "Porque en él habita la plenitud de la divinidad corporalmente".

Contra lo que enseña la Wachtower, Pablo afirma aquí que 
Cristo no es un dios o un mini-dios, sino que en él habita corporalmente la plenitud de la divinidad. Veamos cómo la VNM ha intentado velar esta gloriosa verdad: "Porque en él mora corporalmente toda la plenitud de la cualidad divina".

Ahora bien, esta subversión del texto, a fin de cuentas, sólo a medias consigue su objetivo, porque sólo 
Dios puede tener cualidad divina; y hemos visto en Isaías que sólo hay un Dios. Si en Cristo mora toda la plenitud de la cualidad divina, es que es Dios, y no un dios, como pretende la Wachtower.

d) Tito 2,13. "Esperando la feliz esperanza y manifestación de la gloria del gran 
Dios y salvador nuestro Jesucristo".

El texto es diáfano como el cristal. Pablo habla de la maravillosa esperanza del creyente cristiano que aguarda la venida de nuestro gran 
Dios y salvador Jesucristo. De nuevo la VNM ha introducido palabras en el texto para privar a Cristo de su plena divinidad: "Mientras aguardamos la feliz esperanza y la gloriosa manifestación del gran Dios y del salvador nuestro, Cristo Jesús".

Con un descaro inexcusable, la Wachtower ha introducido una palabra que no está en el texto griego, para dejar a un lado a 
Dios y a otro al salvador Jesucristo, cuando lo cierto es que el original prodiga los dos atributos (Dios y salvador) a Cristo

e) Hebreos 1,8. "Con respecto al Hijo: El trono tuyo, oh 
Dios, por el tiempo del tiempo".

Este texto reviste una especial relevancia porque en él es el propio Padre el que se dirige a la persona del Hijo; y no lo hace para denominarlo un 
dios, sino Dios de manera plena. Como imaginará el lector, también en esta ocasión la VNM altera el texto añadiendo palabras: "Pero respecto al Hijo: Dios es tu trono para siempre jamás".

En el fondo, sin embargo, esta burda falsificación dice lo contrario de lo que pretende; porque, ¿quién es mayor, el trono o el que se sienta en él? Pues bien, si 
Dios es el trono del Hijo, éste debe ser, al menos, tan grande como Dios.

f) 2Pedro 1,1. "... En justicia del 
Dios nuestro y salvador Jesucristo". 

Como en Tit 2,13, de nuevo nos hallamos ante una afirmación de que 
Cristo es Dios. Veamos cómo vierte el pasaje la VNM: "Por la justicia de nuestro Dios y del salvador Jesucristo".

Una vez más, añadiendo una palabra que no está en el original, se altera todo el sentido de la frase, privando a 
Cristo de la atribución que Pedro le hace de su divinidad plena. Sin embargo, es curioso que en el versículo 11 de este mismo capítulo de la primera epístola de Pedro aparezca la misma construcción gramatical; pero esta vez la Wachtower la ha traducido bien ("de nuestro Señor y salvador Jesucristo“), porque no une a Cristo con el título de Dios. Resulta vergonzoso el contemplar cómo puede haber personas con tan pocos escrúpulos morales como para alterar el texto sagrado a fin de defender con más facilidad sus doctrinas.

g) Juan 1,1. Sin duda, es ésta la falsificación más conocida de todas las que pueblan las páginas de la VNM. Dice así: "En (el) principio la Palabra era, y la Palabra estaba con 
Dios y la Palabra era un dios". 

Basta ir al texto griego original para comprender que se trata de una burda artimaña, consistente en intercalar una palabra que no está en el evangelio de Juan a fin de negar la divinidad de 
Cristo

"En principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con el 
Dios y Dios era la Palabra".

Naturalmente, el pasaje en griego es tan claro que la Wachtower se ha visto obligada a recurrir al poco airoso método de inventarse una regla gramatical para justificar la barbaridad lingüística y teológica que implica su traducción. Según la Wachtower, en griego no existe palabra para indicar la idea de "uno", y, por lo tanto, cuando una palabra no lleva el artículo determinado (jo, je, to, en griego; el, la, lo, en castellano) debe colocarse delante la palabra "un, una". Esta regla es falsa; pero lo peor es que ni siquiera la Wachtower (pese a ser su inventora) la sigue:

a') En griego sí hay palabras para expresar la idea de "uno, una" sin que tenga que suplirlas el traductor. Una de ellas es eis, mia, en (uno, una, uno), que Juan utiliza repetidas veces; v.gr.: Jn 1,40; 6,8.22; 70,71; 7,21.50; 9,25; 10,16.30; 11,49-50.52; 12,2.4; 13,21.23; 17,11.21.22.23; 18,14. 22.26.39; 19,34, etcétera; la otra es tis, ti (uno-a-o ó alguno-a-o), que también es utilizada repetidas veces en el Nuevo Testamento. Si Juan hubiera deseado decir que la Palabra (
Cristo) era un dios, hubiera recurrido con toda seguridad al empleo de eis o de tis.

b') La ausencia de artículo determinado ni siquiera es suplida por "un" en la misma Wachtower. Fijémonos a título de ejemplo en el mismo capítulo 1 del evangelio de Juan. En el versículo 6 se nos dice que un hombre (Juan el Bautista) fue enviado por 
Dios, y esta palabra va sin artículo determinado; no obstante la Wachtower no ha traducido "representante de un dios", sino "representante de Dios". En el versículo 12 se nos habla de cómo llegar a ser hijos de Dios. Ahora bien, la palabra Dios va sin artículo determinado; pero la Wachtower no ha traducido "hijos de un dios", sino "hijos de Dios". En el versículo 13, una vez más, la palabra "Dios" va desprovista de artículo determinado; pero la Wachtower no traduce "voluntad de un dios", sino "de Dios". Podríamos aducir más ejemplos; pero sinceramente éstos nos parecen suficientes para mostrar que la "regla" citada por la Wachtower no sólo no existe, sino que incluso no es aplicada por ella misma para no caer en el ridículo más absoluto.

c') La construcción poética de Jn 1,1 no permite traducir "un 
dios". Los dieciocho primeros versículos del evangelio de Juan formaron en su conjunto un canto (muy posiblemente antifonal) que se utilizaba en las reuniones de la Iglesia primitiva. Tenía por ello una estructura (muy clara en los tres primeros versículos) de especial belleza, puesto que cada frase terminaba con la misma palabra con que empezaba la siguiente: "En principio era la Palabra, y la Palabra era con el Dios, y Dios era la Palabra". 

Esta construcción además hacía girar su encanto (y su impresionante vigor) en torno al hecho de que la palabra con que concluía una frase y comenzaba la siguiente tenía el mismo valor, contenido y significado. Por esto el "
Dios" del final del versículo 1 nunca podía ser "un dios", sino la palabra "Dios", con su mismo contenido y fuerza con que concluía la frase anterior.

Examinado el texto de Jn 1,1, en la VNM se descubre, por lo tanto, no sólo una falta de conocimiento mínimo de la lengua en que se redactó el Nuevo Testamento, sino también una carencia de honestidad por la que no ha tenido reparo, una vez más, en alterar la Escritura para hacerla encajar en sus posiciones doctrinales preconcebidas.

Vamos a concluir con lo referente a este texto. Antes, no obstante, desearía hacer una breve referencia al origen de esta traducción penosa del glorioso pasaje de Jn 1,1. Cuando los testigos intentan mostrar que no son los únicos en haber traducido el pasaje de Jn 1,1 de esta manera sólo pueden (y es normal) citar un Nuevo Testamento no editado por ellos que contenga una versión similar. Me estoy refiriendo al Nuevo Testamento de Greber. [Este Nuevo Testamento de Johannes Greber aparece citado por la Wachtower para apoyar su traducción, por citar algún ejemplo, en el libro Asegúrense de todas las cosas, Brooklyn 1965, 489, y en el folleto La Palabra ¿quién es él? Brooklyn 1962, 5.]

¿Quién era Johannes Greber? La Wachtower lo ha presentado a sus adeptos como un sacerdote católico, pero esto es sólo una verdad a medias. Greber fue efectivamente un sacerdote católico; pero abandonó la Iglesia Católica para entrar en círculos espiritistas. Su propio Nuevo Testamento está cortado sobre la base de la teología espiritista y, según dice la introducción del mismo, fueron los espíritus los que le dijeron cómo traducir. Cito de la misma: "Muchas contradicciones entre lo que aparece en los rollos antiguos y el Nuevo Testamento surgieron y fueron tema de sus (de Greber) oraciones constantes pidiendo guía, oraciones que fueron contestadas y las discrepancias clarificadas por el Espíritu mundial de
Dios... Su esposa (la de Greber), una médium del Espíritu mundial de Dios, fue a menudo el instrumento para dar las respuestas correctas de los Mensajeros de Dios al pastor Greber". [De hecho, yo sostengo la tesis de que la VNM no es sino una copia descarada de la traducción espiritista de Greber, como puede verse con facilidad comparando ambas versiones. La de Greber puede obtenerse solicitándola a la Johannes Greber Memorial Foundation, 139 Hillside Avenue, Teaneck, NJ, 07666. USA]

No deja de ser curioso que el único autor que tradujo Jn 1,1 como la Wachtower fuera un ex-sacerdote que colgó la sotana para casarse con una médium y que dejó una versión del Nuevo Testamento que no se basaba precisamente en el estudio de los textos, sino en las instrucciones que recibía en sesiones de espiritismo. 

¿Sabe esto la Wachtower? La respuesta es afirmativa. En la Atalaya del 15 de febrero de 1956, páginas 110-111, se afirma en el párrafo 11: "Está muy claro que los espíritus en los que el ex-sacerdote Greber cree lo ayudaron en su traducción". Una afirmación similar se contiene asimismo en la Atalaya del 1 de abril de 1983, página 31. [Existe un argumento de tipo histórico-teológico adicional en favor de que Juan quería señalar la plena divinidad de 
Cristo al escribir el primer versículo de su evangelio. Me estoy refiriendo a la utilización del término "Palabra" para definir al Cristo preexistente. Este mismo término era utilizado en los targumim (comentarios interpretativos del Antiguo Testamento) en arameo para referirse a Yavé. De manera que para decir que Yavé creó los cielos y la tierra se indica que Memra (la Palabra) creó los cielos y la tierra, etc. Ese mismo Yavé, según Juan, era el que se había hecho carne para salvarnos.] 

Cabría preguntarse qué clase de dirigentes tiene la secta de Brooklyn. No sólo porque están dispuestos a tergiversar el texto sagrado añadiéndole palabras que no aparecen en el mismo, sino porque también se atreven a inventar reglas gramaticales que no existen y que ellos mismos no respetan, buscando como único apoyo una versión del Nuevo Testamento carente de base científica y que, según confiesan en sus publicaciones, es obra de espíritus. Todo esto, no lo olvidemos, para negar la grandiosa verdad de la encarnación de 
Dios en la persona de Cristo a fin de redimirnos. ¿Qué confianza pueden ofrecernos?

Podríamos presentar ahora más textos falseados; pero vamos a citar sólo dos más en los que la Wachtower, sin darse cuenta, ha permitido que en la VNM los apóstoles llamaran 
Dios a Jesús. Nos referimos a Jn 20,28 y 1Jn 5,20. "Dijo entonces a Tomás: Pon tu dedo aquí y ve mis manos, y toma tu mano y métela en mi costado, y deja de ser incrédulo y hazte creyente. En contestación Tomás le dijo: Mi Señor y mi Dios" (Jn 20,27-28) (VNM). "... Jesucristo. Este es el Dios verdadero y vida eterna" (1Jn 5,20) (VNM). 

La experiencia de la resurrección corporal de Jesús significó un auténtico impulso espiritual para sus desolados discípulos. Tomás, el que había dudado, supo desde ese momento que el galileo con el que había compartido los años anteriores era 
Dios y Señor. Lo mismo afirmaba el apóstol Juan años después.


Ahora bien, todos los apóstoles eran judíos. Conocían las 
Escrituras y las palabras de Isaías en el sentido de que sólo había un Dios. 0 bien se equivocaban al afirmar que Jesús era Dios y le denominaban así cuando sólo era un dios (y en ese caso la Wachtower tendría razón doctrinalmente hablando) o bien tenían razón al identificar a Cristo con el Dios del que habló Isaías: el único Dios, antes del cual no hubo ninguno y después del cual tampoco habría otro. Si los apóstoles tenían razón, lo cierto es que la Wachtower está equivocada trágicamente. El autor de estas líneas no se avergüenza en decir que cree en los apóstoles, aunque eso signifique considerar a la Wachtower y sus doctrinas una farsa total.

Jehová.

Precisamente como los primeros cristianos vieron en Jesús al 
Dios del Antiguo Testamento encarnado, no dudaron en referir al mismo multitud de textos cuyo protagonista en el Antiguo Testamento era Jehová. [Como seguramente sabrá el lector, la vocalización "Jehová" es totalmente incorrecta. El tetragramaton (o cuatro letras: YHVH) de uno de los nombres de Dios en el Antiguo Testamento (no el único, como pretenden los testigos); posiblemente se debiera vocalizar con "a" y "e", dando como resultado la forma "Yahveh". Lo que sí es seguro es que no se pronunciaba Jehová. Aquí hemos respetado esta errónea vocalización para conservar la fuerza de los argumentos en relación con los adeptos de la secta de la Wachtower.] Como en otros casos del libro, un análisis en profundidad del tema requeriría una extensa monografía; pero vamos a intentar al menos mencionar alguno de los pasajes a título de ejemplo. 

a) 
Cristo es Jehová vendido por treinta monedas de plata: "Entonces les dije: Si es bueno a sus ojos, den (me) mi salario; pero si no, absténganse. Y procedieron a pagar mi salario, treinta piezas de plata. Ante aquello, Jehová me dijo: Tíralo al tesoro... el valor majestuoso con el cual he sido evaluado" (Zac 11,12-13). 

Sabido es que el Nuevo Testamento aplica este pasaje a 
Cristo como una profecía cumplida en él. ¿Se equivocaban los primeros cristianos al decir que Cristo era el Jehová de Zacarías evaluado en treinta monedas de plata, o yerran los testigos de hoy al negarlo?

b) 
Cristo es Jehová precedido por Juan el Bautista: "Escuchen. Alguien está clamando en el desierto: Despejen el camino de Jehová. Hagan recta la calzada para nuestro Dios a través de la llanura desértica" (Is 40,3) (VNM). 

La profecía de Isaías era clara: una voz aparecería en el desierto para ser precursora de la venida de Jehová 
Dios. Los evangelistas vieron en el texto del profeta judío una profecía que se cumplió cuando Juan el Bautista precedió a Jesús. Si Juan fue la voz en el desierto, Jesús debía ser Jehová Dios. ¿Se equivocó Isaías al profetizar la venida de Jehová, cuando en realidad vino solamente un dios? ¿Se equivocaron los apóstoles al considerar que la profecía se había cumplido, cuando en realidad no era así, porque en vez de Jehová vino un dios, o se equivoca la Wachtower porque no se equivocó Isaías ni los primeros cristianos, y, efectivamente, quien vino fue Jehová Dios precedido por Juan el Bautista? 

c) 
Cristo es Jehová traspasado: Zac 12,10 constituye uno de los pasajes más enigmáticos de todo el Antiguo Testamento. Yavé (o Jehová) se está dirigiendo al profeta y de pronto le anuncia algo que suena realmente extraño: le traspasarían y en tal situación le contemplarían los hijos de Israel; Jehová traspasado: "Y mirarán a mí, a quien traspasaron".

Es sabido que los primeros cristianos vieron en este pasaje una referencia a 
Cristo alanceado en la cruz. Ahora bien, ¿se equivocaban al considerar que el Jehová traspasado era Cristo o lo hace la Wachtower al negarlo? Mucho nos tememos que si alguien se ha equivocado no fueron los apóstoles; y es que en la mente de ellos seguramente sonaba la profecía gloriosa de Is .35, 4: "Dios mismo vendrá y os salvará". 

Salvador

Y es que de aceptar que 
Cristo no es Dios nos encontraríamos con el problema de que tenemos dos salvadores: Jehová y Cristo. Nada más lejano al pensamiento bíblico. Precisamente la Escritura nos dice: "Yo... yo soy Jehová, y fuera de mí no hay salvador" (Is 43,11). 

Pues bien, los autores del Nuevo Testamento dicen que nuestro salvador es 
Cristo (2Tim 1,10). Para los que creemos que Cristo es Dios no hay contradicción; pero para la Wachtower es cuestión de explicar si Isaías se equivocó o si lo hicieron los primeros cristianos..., a menos que reconozcan que son ellos los errados. 

El primero y el último 

Otro título de Jehová que los autores del Nuevo Testamento no tuvieron ningún problema en aplicar a Jesús fue el de "el primero y el último", que en el Antiguo se dirigía a Jehová (Is 44,6). Así se nos dice: "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin. Felices son los que lavan sus ropas largas, para que sea suya la autoridad (de ir) a los árboles de la vida, y para que consigan entrada en la ciudad por sus puertas. Afuera están los perros y los que practican espiritismo y los fornicadores y los asesinos y los idólatras y todo aquel a quien le gusta la mentira y se ocupa de ella. Yo, Jesús, envié a mi ángel para darles a ustedes testimonio de estas cosas para las congregaciones" (Ap 22,13-16).

¿Mentía y se equivocaba (y además blasfemaba) el autor de Apocalipsis al atribuirle a Jesús un título de Jehová, puesto que 
Cristo es solo un dios, o es la teología de la Wachtower la equivocada al respecto?

El creador 

Desde luego, si los primeros cristianos se equivocaban en su evaluación de quién fue Jesús, su error llegó a alcanzar cotas de delirio, porque lo identificaron con el único creador del universo; y eso cuando el Antiguo Testamento señala que
Dios, sin ningún tipo de colaboración, creó todo. Veamos:

"Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador y el Formador de ti desde el vientre: Yo, Jehová, estoy haciendo todo, extendiendo los cielos, yo solo, tendiendo la tierra. ¿Quién estuvo conmigo?" (Is 44,24) (VNM). 

"Yo mismo he hecho la tierra y he creado aun al hombre sobre ella. Yo..., mis propias manos han extendido los cielos" (Is 45,12). 

Los apóstoles eran judíos, conocían estos pasajes, sabían que 
Dios no había utilizado ayudantes, instrumentos o intermediarios en su obra de creación. Si Cristo no era Dios, ¿por qué afirmaron que había creado todo? 

"En el principio existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con 
Dios y era Dios. El estaba en el principio con Dios. Todo fue hecho por él, y sin él nada se hizo... Y aquel que es la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,1-3.14a) (EP). 

"Porque por él mismo fueron creadas todas las cosas, las de los cielos y las de la tierra, lo invisible y lo visible, tanto los tronos como las dominaciones, los principados como las potestades; absolutamente todo fue creado por él y para él; y él mismo existe antes que todas las cosas y todas subsisten en él" (Col 1,16-17) (EP). 

¿Disparataban Pablo y Juan al afirmar que 
Cristo era el único creador del universo, el Jehová creador, del que escribió Isaías, o más bien disparata la Wachtower al negarlo?

El "Yo Soy"

De hecho, esta conciencia que tenían los primeros cristianos de que 
Cristo era el Dios revelado en el Antiguo Testamento al pueblo de Israel no arrancó de su especulación personal, sino del recuerdo de las propias enseñanzas de Jesús. Quizá una de las afirmaciones más categóricas de éste al respecto fue la de apropiarse la denominación con la que Yavé se presentó ante Moisés cuando le encomendó su misión de liberar a Israel de la esclavitud de Egipto. Examinemos el texto directamente: 

"Moisés dijo a 
Dios: Bien, yo me presentaré a los israelitas y les diré: El Dios de nuestros padres me ha enviado a vosotros. Pero si ellos me preguntan: ¿cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Dios dijo a Moisés: Yo soy el que soy. Así responderás a los israelitas: Yo soy me ha enviado a vosotros" (Éx 3,13-14) (EP). 

El texto aparece claro en cuanto a la descripción del episodio. Moisés interroga a Yavé sobre el nombre con que debe presentarle a los hijos de Israel, y 
Dios le responde que ese nombre es "Yo soy". 
Pues bien, Jesús se aplicó ese mismo apelativo: "Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados" (Jn 8,24) (BJ) (Tanto la traducción de Ediciones Paulinas como la Nueva Biblia Española han vertido: "que yo soy el que soy" lo que recoge a la perfección el sentido del texto original desde mi punto de vista).
La afirmación de Jesús era impresionante: si no creían que él era el mismo 
Dios que se apareció a Moisés anunciándole la liberación, morirían en sus pecados. No es de extrañar que aquella pretensión dividiera a sus oyentes de manera radical, unos creyeron (Jn 8,30), otros intentaron matarlo (Jn 8,59). 

Naturalmente, los pasajes mantienen entre sí una relación tan evidente que la Wachtower sólo podía alterarlos en la VNM. Así el "Yo Soy" de Éx 3,14 es vertido: "Yo resultaré ser", aunque el hebreo dice hyh, es decir, Yo soy. De la misma manera, en la VNM, Jn 8,24 es vertido como "yo soy ése", aunque el griego dice ego eimi, es decir, "Yo Soy". 

¿Puede alguien dudar de que no nos encontramos ante la casualidad, sino ante una política seguida metódicamente para extirpar de la VNM todas las señales de que 
Cristo es Dios?

El Señor 

Otro de los títulos ligados a Yavé en la tradición de Israel fue el de "el Señor". Tan estrechamente estaba en la mente de los judíos que sólo había un Señor y que era Yavé, que en la traducción del Antiguo Testamento al griego conocida como la 
Biblia de los Setenta o Septuaginta Yahvé es sustituido siempre por la palabra griega kýrios (Señor); y lo mismo sucedía en el servicio sinagogas en hebreo, donde en vez de Yahvé se denominaba a Dios Adonai (Señor). Con este trasfondo es fácil adivinar cómo entenderían los judíos contemporáneos de Jesús la afirmación de que éste era el Señor. 

Tan claro también ha quedado para la Wachtower el alcance de esta afirmación por parte de los autores del Nuevo Testamento, que ha cometido el impensable despropósito de sustituir la palabra original kýrios (Señor) por la de Jehová en docenas de textos. Que con esto se ha perseguido privar a 
Cristo de la gloria que merece su plena divinidad quedará de manifiesto con el texto de la VNM que, a título de ejemplo, reproduzco a continuación. Dice así: "El que observa el día, lo observa para Jehová (en el original, la palabra es kýrios = Señor). También, el que come, come para Jehová (en el original kýrios = Señor), pues da gracias a Dios; y el que no come, no come para Jehová (en el original kýrios = Señor), y sin embargo da gracias a Dios. Ninguno de nosotros, de hecho, vive con respecto a sí mismo únicamente, y ninguno muere con respecto a sí mismo únicamente; pues tanto si vivimos, vivimos para Jehová (en el original kýrios = Señor), como si morimos, morimos para Jehová (en el original kýrios = Señor). Por consiguiente, tanto si vivimos como si morimos, pertenecemos a Jehová (en el original kýrios = Señor). Porque con este fin murió Cristo y volvió a vivir otra vez para ser.... (Aquí esperaríamos que dijera "Jehová", cambiando la palabra kýrios del original, como ha hecho en los versículos anteriores; pero dice: ...) Señor tanto sobre los muertos como sobre los vivos" (Rom 14, 6-9) (VNM).

No es, pues cierto, como pretende la Wachtower, que al sustituir "Señor" por "Jehová" en el Nuevo Testamento realiza un intento de restaurar la pureza del texto original. No lo es porque ni un solo manuscrito del Nuevo Testamento contiene la palabra Jehová. No lo es porque no se ha hecho siempre y de manera consecuente (en el caso citado arriba diría, por ejemplo, que 
Cristo es Jehová, y una afirmación así conmovería hasta sus cimientos la teología de la Wachtower). No lo es, porque lo que se persigue realmente es ocultar el efecto impresionante que tiene en el Nuevo Testamento denominar a Jesús con el título de kýrios (Señor), el mismo que en su época se daba a Yahvé. Por lo tanto, la Wachtower no ha buscado que entendieran los lectores de la VNM el mensaje del Nuevo Testamento de manera clara, sino ocultarles de forma consciente y metódica la maravillosa buena nueva de que el Dios de la historia se ha encarnado en Cristo para salvarnos. 

El nombre salvador

¿Qué tiene, pues, de extraño que, contra lo que pretenden los adeptos de la Wachtower, los primeros cristianos fueran conocidos no como "jehovistas" o "Testigos de Jehová", sino por el nombre del que ellos creían que era 
Dios encarnado: Cristo

Tampoco resulta extraño el hecho de que consideraran que el nombre salvador era el de 
Cristo (y, no obstante, no mencionaran nunca el de Jehová, como pretende la Wachtower). El mismo Pedro, el primero de los apóstoles, lo dejó bien claro cuando se vio conducido ante las autoridades religiosas de Israel: "Jesucristo el Nazareno... Ésta es la piedra que fue tratada por ustedes los edificadores como de ningún valor, que ha llegado a ser cabeza de ángulo. Además, no hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos" (He 4,10-12) (VNM).

Quizá Pedro se equivocaba, quizá no era cierto que el nombre de Jesús es el único por medio del cual podemos salvarnos, quizá no es cierto que no hay salvación en otro salvo en 
Cristo, quizá...; pero para el autor de estas líneas la autoridad doctrinal de Pedro es incomparablemente superior a la de los dirigentes de la Wachtower. 

Podríamos continuar todavía con otros títulos y atributos de Jehová que los primeros cristianos aplicaron a 
Cristo, pero creo que con lo ya expuesto queda suficientemente probada la tesis que deseábamos demostrar. 

2.2. En la 
Biblia Cristo es adorado no como un dios, sino como Dios 

Por todo lo que hemos visto en el apartado b), no es de extrañar que la reverencia, adoración y gloria que los primeros cristianos dirigían a Jesús fueran las de mismo 
Dios, y no las de un dios.

Veámoslo.

Es adorado 

En el pensamiento del Antiguo Testamento la idea de adorar a un ser que no fuera 
Dios resultaba sencillamente abominable. El mandato divino establecía que sólo se podía adorar a Yahvé (Dt 6,13; 10,20), y así se lo repitió Jesús al diablo cuando éste le pidió que le adorara (Lc 4,8). La palabra utilizada en este texto para indicar adoración es el verbo griego proskyneo. Como era de esperar, la Wachtower ha traducido proskyneo por adorar cuando se refiere al Padre, v.gr.: Lc 4,8; pero cuando iba referido a Cristo lo ha vertido "rendir homenaje" para ocultar el hecho de que éste fue adorado por los primeros cristianos. Así, Mt 28,17 dice: "Y viéndole le adoraron (proskýnesan)". 

Y Lc 24,52 señala: "Y ellos, adorándole (proskynésantes), volvieron a Jerusalén"

Otros ejemplos de ese empleo del término "adorar" (proskyneo) en relación a Jesús los tenemos, por ejemplo, en Mt 2,2.8 y 11, o Jn 9,38. En todos los casos, la Wachtower ha vertido por "rendir homenaje", ocultando la adoración de Jesús.

Hemos tenido ocasión de ver antes cómo las propias artimañas de la Wachtower no siempre son perfectas y que se les había pasado por alto un par de textos (Jn 20,28 y 1Jn 5,20), en que se dice que 
Cristo es Dios. Lo mismo sucedió en el pasado con una cita en la que se habla de adorar a Jesús. Me estoy refiriendo a Heb 1,6. La VNM traducía así: "Pero cuando introduce de nuevo a su primogénito en la tierra habitada, dice: Y que todos los ángeles de Dios le adoren".

Tan claramente dejaba de manifiesto el texto que los mismos ángeles adoraban a Jesús, que en la edición de la VNM de 1987 el texto se cambió. Ahora dice: "le rindan homenaje".

Conductas como éstas dejan bien de manifiesto que no hay error de buena fe o simple ignorancia en la actuación de los dirigentes de la Wachtower. Existe un propósito firme y premeditado de negar la plena divinidad de 
Cristo, aunque para ello se tenga que recurrir a la mentira, al fraude de traducción o al Nuevo Testamento de un espiritista. Una conducta así, desprovista de toda ética, no puede pretender sinceramente que procede de gente sincera y cristiana que ama la Biblia y que se somete a las enseñanzas de la misma. 

Es honrado como el Padre

No se puede aducir (como han pretendido algunos autores) que la honra y adoración que se prodigaba a Jesús era algo que arrancaba de mentes calenturientas que no le habían comprendido bien. El evangelista Juan señala que tal conducta partía de las mismas palabras de Jesús. Leemos en Jn 5,23: "Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha encargado todo el juicio al Hijo, para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre" (VNM).

La expresión griega que la VNM traduce por "así como" es kazós, que equivale a "de la misma manera", "exactamente igual". Pero ¿cómo sería posible esto si 
Cristo es sólo un dios, y el Padre es Dios? ¿Acaso no será porque precisamente no es así, porque precisamente el Padre y el Hijo son Dios? Creemos que eso es lo que se desprende no sólo del texto, sino del contexto del Nuevo Testamento. 

Ante él se dobla la rodilla

Por ello no debería extrañarnos que se doble la rodilla en el Nuevo Testamento no sólo ante el Padre (Ef 3,14) sino también ante el Hijo: "... para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los (que están) en el cielo y de los (que están) sobre la tierra y de los (que están) debajo del suelo" (Flp 2,9) (VNM).

Recibe gloria 

En el fondo de toda esta visión de profunda adoración de 
Cristo que caracteriza al cristianismo neotestamentario lo que subyace, pues, es la consciencia de que Cristo es el mismo Yahvé, y por ello es digno de recibir la gloria que sólo se puede tributar a aquél. Que esta gloria no podía tributarse a nadie más se desprendía con claridad del Antiguo Testamento: "Yo soy Jehová. Ése es mi nombre, y a ningún otro daré yo mi propia gloria, ni mi alabanza a imágenes esculpidas" (Is 42,8) (VNM) "... a ningún otro daré mi propia gloria" (Is 48,11) (VNM).

Lo cierto, sin embargo, es que Juan afirma que la gloria de Jesús es la misma que la de Jehová. Veámoslo: "... Jesús habló estas cosas y se fue y se escondió de ellos. Pero aunque había ejecutado tantas señales delante de ellos, no ponían fe en él, de modo que se cumplió la palabra de Isaías el profeta, que él dijo: Jehová, ¿quién ha puesto fe en la cosa oída por nosotros? Y en cuanto al brazo de Jehová, ¿a quién ha sido revelado? La razón por la cual no podían creer es que otra vez dijo Isaías: Él les ha cegado los ojos y ha hecho duro su corazón, para que no vean con los ojos y se vuelvan y yo los sane. Isaías dijo estas cosas porque vio su gloria y habló de él. Con todo, hasta de los gobernantes muchos realmente pusieron fe en él, pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga" (Jn 12,36b-42) (VNM). 

El evangelio de Juan intenta en este pasaje explicar por qué muchos de los judíos no llegaron a creer en Jesús. Su tesis es que tal hecho ya estaba profetizado por Isaías, que, cuando vio la gloria de Jesús, anunció que los corazones de los judíos se cegarían y su corazón se endurecería. Ahora bien, el pasaje a que hace referencia Juan es el de Is 6,1-10, en el que Isaías vio... al propio Jehová. Caben dos posibilidades: o bien Juan se equivocaba al decir que la gloria de 
Cristo era la de Jehová y además cometía un error blasfemo porque le atribuía algo que no le correspondía (en cuyo caso la Wachtower tendría razón), o bien Juan era consciente de lo que estaba escribiendo, ya que identificaba a Cristo con Jehová y no veía dificultad en atribuirle la misma gloria. En tal caso, empero, la Wachtower estaría equivocada. El autor de estas líneas cree, en su modesto entender, que Juan el evangelista es mucho más digno de confianza que la Wachtower.

En buena medida, la experiencia de Juan fue como la de Tomás. Él había visto morir a Jesús de cerca, muy de cerca, porque fue el único de los doce que no se ocultó y que permaneció al pie de la cruz con María y otras mujeres. Pero también asistió luego a su resurrección, y pudo comprobar que las afirmaciones de Jesús en el sentido de que él mismo se resucitaría se cumplían fielmente: "... Jesús les dijo: Derriben este templo y en tres días lo levantaré... pero él hablaba del templo de su cuerpo. Sin embargo, cuando fue levantado de entre los muertos, sus discípulos recordaron que él solía decir esto; y creyeron la Escritura y el dicho que Jesús dijo" (Jn 2,1922) (VNM).

¿Quién podría morir como hombre para luego levantar ese propio cuerpo de entre los muertos? ¿Acaso un 
dios creado, un mini-dios, o sólo el propio Dios creador de la vida?

Citemos, finalmente, un pasaje más en el que la Wachtower ha pretendido privar a 
Cristo de su gloria. Se trata de 2Cor 4,4: "En los cuales el dios del mundo este cegó las mentes de los incrédulos para que no brille la luz del evangelio de la gloria del Cristo, que es imagen de Dios".

El pasaje reviste una especial importancia por varios aspectos. En primer lugar hay que señalar que Pablo indica un plan diabólico, que consiste en que Satanás, al que el mundo en realidad ha convertido en su 
dios, ha cegado la mente de los incrédulos para que no vean la luz que proporciona el evangelio. Este evangelio trata acerca de la gloria de Cristo. Pues bien, la traducción del NM quita la gloria a Cristo para dársela a las buenas nuevas: "Entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que no pase (a ellos) la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo" (VNM).

Decididamente, la Wachtower no sabe cómo alterar el texto sagrado para privar a 
Cristo de su divinidad y gloria, tarea que Pablo en este pasaje atribuye al mismo Satanás. 

En segundo lugar, este pasaje reviste relevancia porque es utilizado por la Wachtower para probar que 
Cristo es un dios..., al igual que lo es también el diablo. Ahora bien, este texto no pretende que el diablo sea un dios, sino que este mundo lo ha convertido, consciente o inconscientemente, en tal. De la misma manera, Pablo dice en Flp 3,19 que muchos tienen a su vientre como Dios; pero eso no indica que el vientre sea un dios, sino que algunos lo han convertido en tal con su conducta. Por lo tanto, intentar utilizar este pasaje como base sobre la que apoyar la existencia de muchos dioses es una imposibilidad exegética.

Por último, el pasaje hace referencia a 
Cristo como imagen de Dios, algo que la Wachtower, siempre ansiosa de llevar el agua de la Biblia al molino de sus prejuicios, interpreta en el sentido de que Cristo es una imagen, pero no el mismo Dios. Lo cierto, sin embargo, es que en el griego koiné, en que se escribió este pasaje, el término eikon indica no representación plástica, sino "manifestación autorizada". Es decir, lo que el apóstol pretende enseñarnos es que Cristo es la única manifestación autorizada y legítima de Dios que conocemos. Precisamente eso mismo creemos los que confesamos el dogma de la Trinidad: que Cristo no es un dios, sino la manifestación real de Dios

3. El mesías-
Dios en el judaísmo 

El cristianismo significó un choque emocional y espiritual de magnitudes incalculables para el pueblo de Israel. Jesús, su familia, sus primeros discípulos, fueron judíos. Él pretendía ser mesías, pero de una manera que cuestionaba hasta su misma raíz la existencia del status religioso judío, porque Jesús también decía que "
Dios era su padre, haciéndose así igual a Dios" (Jn 5,18). 
Apenas muerto Jesús, los conflictos entre cristianismo y judaísmo comenzaron a recrudecerse de nuevo. Unas décadas después, los judíos que eran cristianos eran expulsados, de forma generalizada esta vez, de las sinagogas, y la propia teología judía experimentó una profunda revisión precisamente para privar de argumentos al cristianismo. De esta manera, el judaísmo arrojó por la borda multitud de corrientes e interpretaciones que había en su seno (la de que el mesías sufriría, la de que el mesías sería Dios, etc.), y el cristianismo, como reacción, empezó a delimitar su oposición al judaísmo. [He delimitado este conflicto en mi artículo, escrito en colaboración con Pilar Fernández Uricel, titulado "Anavim, apocalípticos y helenistas", en homenaje a José María Blázquez, Madrid 1990. Un estudio más a fondo del tema en J. Jocz, The jewish people and Jesus Christ, Grand Rapids, 1979, donde queda de manifiesto cómo el judaísmo -tal como se forjó en la época de la redacción del Talmud- fue principalmente un intento de los judíos de oponerse sólidamente al cristianismo.] No obstante lo anterior, se han conservado algunos vestigios que indican cómo la idea de que el mesías sería Dios era algo corriente en la época en que surgió el cristianismo, y que, además, aunque apagadamente, tal idea se conservó en algunos círculos poscristianos. Veamos algún ejemplo: "Dios le llamó (al mesías) con seis nombres que él dice en relación consigo mismo: Porque un niño nos ha nacido, se nos ha dado un hijo; y el gobierno estará sobre su hombro; y su nombre será maravilloso, consejero, Dios, fuerte, padre eterno, príncipe de paz (se está citando aquí Is 9,5-6). De manera que lo llamó Dios de una manera distintiva" (Iggereth Teman; rabí Moisés ben Maimón escribiendo a Jacob Alfajumi).

"¿Cuál es el nombre del rey mesías? A esto respondió el rabí Abba bar Kahana: Yahveh es su nombre" (Midrash Echa 1,51)

"
Dios llamó también al rey mesías con su propio nombre (el de Dios)" (Midrash Thillim 21,2).

No deja de ser paradójico que estos textos rabínicos, escritos por personas que negaban que Jesús fuera el mesías, contuvieran una concepción más correcta en relación con el mesías que la que propaga la Wachtower, que se pretende cristiana. 


4. El mesías-
Dios entre los cristianos primitivos 

No hace falta decir que también el cristianismo primitivo tuvo la absoluta certeza de que 
Cristo era Dios; y no sólo no se abstuvo en proclamarlo, sino que insistió en ello. Resulta imposible mencionar todas las citas del primer siglo e inicios del segundo, no bíblicas al respecto, pero vamos a dejar constancia de algunos ejemplos: 

a) Ignacio de Antioquía (muerto entre el 98 y el 117): "Un médico hay, en la carne hecho 
Dios, hijo de María e hijo de Dios, Jesucristo nuestro Señor" (Ef 7,2).

b) Segunda epístola de Clemente (entre 100 y 150 d.C): "Debemos sentir de 
Jesucristo, que es Dios, que es juez de vivos y muertos" (1,1) 

c) Justino mártir (s. II): "
Cristo preexiste como Dios antes de los siglos" (Diálogo con el judío Trifón 48,l) (en realidad los capítulos 48 a 108 están dedicados a mostrar con el Antiguo Testamento que el mesías es Dios y debe ser adorado).

d) Atenágoras de Atenas (segunda mitad del s. II): "Admitimos a un solo 
Dios... Dios Padre y Dios Hijo y Dios Espíritu”